Algunos dicen que el cuerpo es capaz de deshacerse de las toxinas sin ayuda. Otros, aseguran que para purificarse nuestro organismo necesita un empujón. ¿Cuál es la verdad? Cuando se aproxima una fiesta o un evento importante, hay quienes incluyen en los preparativos una dieta para desintoxicarse que promete terminar con el agotamiento, la pesadez, los malestares, las alergias y dolencias varias. Las «detox diets» aseguran no sólo la pérdida de peso, sino recuperación de la energía, aquietamiento mental y hasta piel más hermosa. Los seguidores de esta moda aseguran que nuestros cuerpos están continuamente expuestos a polución, humo de cigarrillo, pesticidas, alimentos con aditivos, alcohol y cafeína, culpables del aumento de peso, fatiga, dolores de cabeza, piel opaca y pelo sin brillo. Un proceso de desintoxicación ayudaría entonces a remover estas toxinas, para así recuperar la línea y la sensación de bienestar. En las dietas detox varían los alimentos prohibidos y permitidos pero, en general, todas son ricas en frutas, vegetales, semillas, infusiones de hierbas, nueces y agua mineral, y todas eliminan lácteos, huevos, carne, pescado, cafeína, alcohol, sal, azúcar y harinas. A esto se suma la recomendación de masajes, hidroterapias, sauna, el consumo de laxantes y la aplicación de enemas que contribuirán a la ‘limpieza’ del cuerpo. En la vereda opuesta están los especialistas que dicen que no hay evidencia científica que sugiera que un cuerpo humano sano necesite ayuda alguna para deshacerse de productos de deshecho. Muchos médicos, dietistas y nutricionistas creen que el organismo es completamente capaz de excretar los residuos sin la ayuda de una detox diet. Si no, ¿para qué fueron diseñados el hígado, los riñones, los pulmones y la piel? Es obvio que estar hidratado por beber cantidades siderales de agua reduce, entre otras cosas, los dolores de cabeza, así como el consumo de frutas y verduras contribuye a mejorar el aspecto de la piel y las calorías escasas ayudan a perder peso. Todos éstos, igual que el hecho de disminuir el consumo de comida chatarra, el alcohol y el café, son buenos hábitos que promueven las detox, pero de ahí a afirmar científicamente que el cuerpo necesita ayuda extra para desintoxicarse… Pero ¡atención! La pérdida de peso lograda con una detox es sólo temporal y, como por lo general son dietas muy pobres en nutrientes, afloran el cansancio y la sensación de debilidad. Los adeptos explican que esto es parte del proceso de desintoxicación, pero en realidad es simplemente falta de alimentos. Por otro lado, la prohibición estricta lleva a la tentación y a una obsesión por la comida que puede empeorar las cosas. Cualquiera sea la excusa para encarar una dieta desintoxicante, hay que saber que para mantenerse en forma o perder peso, sentirse enérgico y saludable no hay sustituto alguno a un régimen sano, equilibrado y acompañado ejercicio regular. Quien coma bien la mayor parte del tiempo no tendrá motivos para cortar con todo y desintoxicarse de excesos simplemente porque tiene una fiesta la semana siguiente.
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