Somos mujeres, ya estamos grandes, y hace rato que dejamos de disfrutar los beneficios de vivir con mamá y papá.
Somos independientes y exitosas, y como todos, tenemos algunas manías que no podemos (ni queremos) sacarnos! Así que no tenemos por qué pedir disculpas sobre esas acciones que usualmente cometemos. Esta es una breve guía de ejemplos, sabemos que manías hay miles, y mientras no perjudiquen (en gran escala) a nadie, no tienes porque hacerlas a un lado! En definitiva, malcriarse un poco no le hace mal a nadie… y sí te otorga algunos beneficios!
- Dejas correr el agua caliente, mientras te quedas parada bajo la ducha disfrutando del relax que provoca la fuerza del chorro sobre el cuello y los hombros. No lo veas como un desperdicio de agua, piensa que lo único que estás haciendo es un poco de hidro-relax para mantener los buenos humores del día. En definitiva, además de ti, se beneficiaran todos los que te rodean!
- Revuelves miles de percheros en busca de esas “gangas” que te pondrás solo una vez. Deja que los famosos gasten fortunas en modas pasajeras!.
- Le pides a tu masajista que deje de hablar… ¡ya mismo! En definitiva te encuentras ahí para relajarte, y no para enterarte de su vida!
- Exageras un poquito tu look. Agregarte unas pestañas postizas o ponerte un buen corpiño push up de vez en cuando, no es trampa, es simplemente darle un empujoncito a tus atributos naturales para sacarles total provecho.
- Das codazos y pisotones a la hora de revolver los percheros de la súper liquidación. Si nunca saliste de un perchero de ofertas con un moretón, te falta agresividad a la hora de comprar! Hay que luchar para conseguir las buenas cosas!.
- Le dices a una amiga que lo que tiene puesto no le queda para nada bien, después de que te ha insistido por una hora para que le digas lo que realmente piensas sobre ese conjunto estrafalario. Si no puede aceptar la verdad ¡que no la pida!
- Estas flaca, ya sea por regalo de Dios y la genética, o porque te has pasado meses comiendo lechuguita y yendo al gim. Cuando te halaguen por tu cuerpo, ponte contenta y acéptalo!.
- No estas flaca. Cuando disfrutas la vida al máximo empieza a notarse un poquito en las caderas y los muslos. Además gracias a esos malditos genes, la mayoría de nosotras no sería flaca si no fuera porque vivimos a dieta.
- Almuerzas 2 semanas seguidas pan y queso para poder pagar esos zapatos lindísimos que “te tenías que comprar”. No, no es saludable, pero el objetivo esta cumplido.
- Te critican tu placard extra extra large. Solo tu entiendes que cada remera, cada jean y cada vestido guardan su propia historia. Tu ropa cuenta tu vida, así que la próxima vez que te hagan un comentario negativo sobre el tamaño de ese ropero que parece mas grande que tu departamento, ignóralo. Además, la moda se recicla constantemente ¿no? Guarda ese jean nevado porque nunca se sabe cuando puede volver a ser el boom del momento.
Asi que recuerda, la próxima vez que te critiquen por alguna acción de estas, no pidas disculpas ni trates de cambiarlo… Nadie es perfecto!