Sorprendente receta de albóndigas de pan

aAunque para muchas personas puede llegar a resultarle imposible que las albóndigas estén hechas de otro ingrediente que no sea la carne, lo cierto es que las albóndigas es un plato muy versátil  que cuenta con numerosas variaciones, siendo algunas de las más sorprendentes las que se preparan a base de lentejas o de calabacín o por supuesto las albóndigas de pan. Descubre cómo prepararlas.

Ingredientes para hacer unas albóndigas de pan

  • Una barra de pan
  • tres cucharas de perejil bien picado
  • diez gramos de mantequilla
  • una cebolla picada muy finamente
  • un diente de ajo bien piado
  • doscientos cincuenta ml. de leche
  • tres huevos
  • sal y pimienta

Preparación

Para preparar las albóndigas de pan, conocidas también como knoedel, no se requiere demasiado tiempo ya que es muy sencillo y rápido de preparar, además de resultar un plato delicioso que se puede acompañar de diferentes maneras.

Lo primero que se debe hacer es cortar el pan en trozos pequeños, ya sea en rodajas finas o en cuadrados. En una sartén con mantequilla o con aceite caliente, se sofríe la cebolla, el perejil y el ajo. Se deja solo un momento sin que lleguen a coger color, simplemente para eliminar un poco los sabores tan fuertes que caracterizan a dichos ingredientes.

En otra cacerola aparte se pone a hervir la leche que tiene que llegar al punto de ebullición, pero procurando que no llegue a burbujear. Se notará cuando empiecen a formarse unas burbujas pequeñas en los bordes momento en el que comenzará a eliminar líquidos a través de la expulsión de humo. Llegado a este punto se retira del fuego y se agrega el pan. Se deja en remojo durante diez minutos aproximadamente, para que quede blando y se pueda manipular bien. Una vez ha reposado se elimina el exceso de la leche pero sin escurrir el pan.

En un bol que sea hondo, se baten los huevos hasta que las claras y las yemas estén bien integradas. Se añada sal y pimienta y se incorporan al pan. Una vez todo integrado se revuelve bien la mezcla hasta conseguir una masa homogénea que no esté muy sólida pero que tampoco quede muy aguada. Si notas que el pan ha absorbido mucha leche y está todo muy líquido, se puede añadir un poco de pan rallado.

En el momento en que la masa ya tenga la consistencia perfecta, se añade el perejil, la cebolla y el ajo y se remueve de nuevo.

Con las manos húmedas se separa en partes iguales la masa y se comienza a hacer bolas del tamaño deseado, pero eso sí, que queden bien compactas. Mientras vas moldeando las albóndigas, puedes ir poniendo un poco de agua a hervir, lo suficiente para que las albóndigas queden bien cubiertas y puedas darle vueltas, y en el momento en que el agua comienza a hervir se añaden las albóndigas y se dejan hervir alrededor de unos veinte minutos. Se puede añadir sal o una pastilla de cal al agua para que adquiera más sabor.

Una vez ya estén cocinadas se dejan reposar un rato hasta que se enfríen y se sirven en un plato acompañadas por ejemplo de verduras cocidas o de la salsa que prefieras.