La falta de horas de sueño, el cansancio, el estrés, la rutina, los excesos, una mala alimentación y la contaminación del ambiente, entre otros factores, ataca la piel del rostro cada día como un auténtico ejercito enemigo y por consiguiente ésta se va resintiendo y reaccionando mostrando diferentes signos de fatiga que consiguen sumar años de más.
La piel del rostro
Una mañana cualquiera al levantare puedes darte cuenta al mirarte al espejo, que tu cara ya no es la misma, y no es que haya sucedido nada fuera de lo común, solamente que ha llegado el día en que la piel ha dicho ¡hasta aquí! y te ha mandado un mensaje de alarma, o sea, que ha llegado el momento de tomar las medidas que sean correctas para ella.
Y es que la piel va a pedir los que necesite en el momento en que lo necesite ya que no existe una edad en concreto en la que se deba empezar a usar un tratamiento antienvejecimiento. Pero, ¿cómo se puede saber cuando ha llegado ese momento? En primer lugar, cuando tu crema hidratante ya no corrige lo que antes hacía perfectamente, es decir, la falta de luminosidad y la fatiga. Segunda, cuando comienzan a marcarse las arrugas y la piel pierde firmeza y por último, cuando se detecta que los volúmenes del rostro van descendiendo a la zona inferior.
En cada una de esas fases habrá que ir actuando de una manera en concreto para detener el proceso del envejecimiento. Primero habrá que utilizar un tratamiento que ayude a mejorar la calidad de la piel y que prevenga la aparición de las primeras líneas de expresión. Más tarde habrá que utilizar un tratamiento antiarrugas firmeza para luchar contra la instalación de los signos de la edad y por último, con un producto para el descolgamiento de la piel del cutis.
Además no hay que olvidar que la piel del contorno de los ojos es la más fina de todo el cuerpo y prácticamente no tiene ninguna glándula sebácea por lo que se deshidrata con mayor facilidad. Por otra parte, cada vez que hacemos un acto reflejo y continuo como por ejemplo el parpadeo, se ponen en marcha veintidós músculos provocando que los años se noten especialmente en esta zona de la carra. Para prevenirlo esta zona necesita un tratamiento específico ya que tiene unas necesidades diferentes al resto de la piel de la cara. Conviene usar alguna crema con efecto lifting que aporte luminosidad a la mirada.
¿Qué utilizar sérum o crema antiedad?
Sin duda alguna, las dos, ya que cada tratamiento de rostro se encuentra formulado para responder en concreto a unas necesidades. El sérum cuenta con mayor concentración de principios activos aunque también tiene una menor capacidad de generar una barrera para proteger la piel de los agentes externos. Por eso resulta importante que además de usar una sérum antiedad, se utilice un tratamiento antienvejecimeinto después.
A la hora de aplicar el sérum antienvejecimiento se recomienda hacerlo sobre el rostro limpio y que esté perfectamente seco, aplicando una cantidad pequeña de este producto en las zonas claves del rostro, es decir, en la frente, en las mejillas, en la nariz y en el mentón. A continuación se debe distribuir el producto con movimientos de alisado hacia el exterior. Una vez el producto se ha absorbido, se puede aplicar el resto del tratamiento diario procurando que los productos que se utilizan a d diario en el ritual de belleza, sean de la misma gama.