La vuelta al estrés, los primeros días de frío, la desvitalización natural que se produce durante el otoño son factores que hacen que nuestra piel esté más apagada. Una cura con vitaminas esenciales nos devolverá el tono y la luz natural de nuestra piel.
Vitamina A
El metabolismo celular de nuestra piel está regularizado por unas enzimas que consiguen mantenerla hidratada y que con el paso del tiempo dicho metabolismo se va volviendo más perezoso y por consiguiente produce menos enzimas por lo que es necesario un aporte de vitamina A extra que logra aumenta su actividad. Además con estas vitaminas lograremos normalizar la sequedad del cutis y aumentar su renovación celular. Para ello necesitaremos utilizar cremas frescas y sin perfume que contengan un complejo efecto lifting que nos ayude a atenuar tanto las pequeñas arrugas como las más profundas, indicadas sobre todo para pieles secas y maduras a partir de los 35 años de edad que deben aplicarse por las noches para que actúen mientras dormimos. También podremos encontrar cremas con efecto peeling para que eliminen las células muertas.
Vitamina B
El grupo de vitamina B compuesto por la tiamina o B1 , la riboflavina o B2, el ácido pantoténico o B5 y la piridoxina o B6 participan en el proceso de respiración celular y es utilizada para revitalizar el metabolismo del cutis y la normalización de la grasa puesto que favorece la bioquímica celular que ayuda a poner en marcha los procesos bioquímicos que necesitan energía, algo que aporta la vitamina B. Igualmente es un estupendo reparador por su gran poder hidratante.
Su uso es primordial para la salud del pelo, de las uñas y de la piel y está indicada en los casos de pieles maduras y desvitalizadas, sobre todo a partir de los 40 años de edad, en las pieles jóvenes que tengan problemas de seborrea y tras una cirugía ya que cuenta con una alto poder cicatrizante.
Vitamina C
El gran poder antioxidante con el que cuenta esta vitamina nos ayuda a proteger las células de todos los daños provocados en ella por la actuación de los radicales libres, lo que contribuye a evitar un envejecimiento prematuro de nuestra piel entre otras cosas por la capacidad que tiene para estimular la producción del colágeno. También aclara nuestras manchas en la piel al mejorar su circulación sanguínea. Bajo el nombre de ácido ascórbico, de vitamina C pura o de palmitato de ascórbico, podemos encontrar esta vitamina que es especialmente sensible tanto al cambio de temperaturas como al oxígeno y a la luz.
Se recomienda utilizarla en pieles maduras, como tratamiento reparador para poder oxigenar correctamente la piel y antes de una exposición solar ya sea de tipo natural o artificial. Si eres una persona fumadora o tienes un gran estrés, necesitarás un aporte extra de dicha vitamina.
En cualquiera de los casos es posible ingerir estas vitaminas por vía oral combinándolas con las cremas considerándose una beneficio para nuestra piel sobre todo la vitamina C, A y E junto con selenio para luchar contra el envejecimiento.