Como si fueran pocas las amenazas actuales que nos instan a subir de peso, parece ser que la frase
Según los investigadores de dicho estudio, el uso de climatizadores y la falta de sueño son factores que contribuyen a la obesidad, incluso en mayor medida que el consumo de comida chatarra o el sedentarismo. Esta teoría se basa en que el ser humano pierde peso cuando está por encima o por debajo de una temperatura neutra, es decir, que quema grasas cuando hace frío para mantenerse caliente y pierde el apetito y transpira cuando hace calor.
El ser humano se mantiene cómodo con una temperatura de 21 grados, pero de todas formas, está preparado para adaptarse a diferentes climas. Y este es el punto en el cual entra el uso de climatizadores, que hace que el cuerpo no tenga necesidad de hacer ningún esfuerzo para mantener la temperatura interna, lo cual se traduce en acumular más grasas. El uso de calefacción y aire acondicionado, que es cada vez mayor en casas, colegios y lugares de trabajo, evitan que sudemos en verano y que quememos más calorías en invierno, lo cual contribuye a que engordemos. En conclusión podemos decir que el llamado “sedentarismo térmico”, producido por el poco esfuerzo que tiene que hacer el cuerpo para aclimatarse, hace que no gastemos energía, lo cual se convierte en un factor de riesgo de sobrepeso. Pasando a limpio toda esta infromación, podríamos decir que ya no se puede ni vivir cómodo sin engordar, por lo cual, o vamos a tener que resignarnos a ser todas gorditas pero felices, o tendremos que hacer a un lado la comodidad de vivir a temperatura justa todos los días para mantenernos en peso, cuestión que cada día se convierte en una tarea mas difícil de alcanzar.