Cuando tenemos grasa localizada en la zona del abdomen, ésta no suele responder demasiado bien ni a las dietas ni a los ejercicios, aunque sí que lo hace y de una manera muy eficaz, ante algunos tratamientos de medicina estética. Descubre algunos de ellos.
Primer tratamiento
Según van pasando los años, se van experimentando ciertos cambios en nuestro cuerpo debido a los embarazos o las variaciones que sufrimos en el peso, entre otros, que consiguen que perdamos firmeza y elasticidad manifestándose sobre todo en la zona del abdomen. Por suerte la medicina médico estética cuenta con diferentes tratamientos que nos ayudarán a devolvernos las formas que hemos perdido así como la correcta ubicación de nuestros músculos y su firmeza.
Con la termosudoración por ejemplo, conseguiremos eliminar líquidos con lo que se mejora de una manera muy notable la celulitis. Esta técnica indolora, cómoda y completamente inocua, consiste en tumbarse en una camilla donde se recibe un masaje corporal suave con una serie de aceites esenciales que potencian la sudoración. Después se envuelve el cuerpo del paciente con sedimentos marinos y algas laminadas para terminar cubriendo con plástico aislante y una manta térmica durante unos veinte minutos.
Posteriormente y tras aplicarse una ducha con agua tibia, se procede a practicar la presoterapia, consistente en un masaje con presiones de aire y con unos aparatos especiales que activan la circulación sanguínea y linfática, con lo que se resuelven los problemas también de retención de líquidos y de edemas.
Para terminar este tratamiento se debe administrar la mesoterapia, consistente en aplicar sustancias homeopáticas mediante infiltraciones intradérmicas, siempre practicadas por un médico. De esta manera se disuelve y se moviliza la grasa acumulada, se activa la microcirculación a nivel arterial, linfático y venoso y se regenera el tejido favoreciendo la eliminación de las toxinas y de los líquidos.
Segundo tratamiento
Con la técnica de la intralipoterapia se logra penetrar dentro del mismo núcleo de las células mediante inyecciones de una sustancia conocida como Aqualyx, que se deposita de una manera directa en la zona que hay que tratar. Esta sustancia es una solución acuosa con una base algo gelatinosa y que es biocompatible, ya que es un ácido presente dentro de nuestro cuerpo y completamente reabsorbible, similar al ácido desoxicólico que hay en la vesícula biliar para poder digerir bien las grasas.
Tras esta infiltración se produce la emulsión de dichas grasas algo que origina que las células se destruyan y se pueda eliminar de una manera completamente natural por el organismo.
Entre una sesión y otra de intralipoterapia es recomendable realizar drenajes manuales linfáticos y sesiones de presoterapia para optimizar los resultados. La aplicación es de tipo ambulatorio y no se requiere anestesia.
Cuando se finaliza este tratamiento, durante los primeros días se recomienda utilizar medias o fajas de compresión, siendo aconsejable realizar entre dos o tres infiltraciones cada veinte días aproximadamente. El precio por sesión es de unos 250 euros.