El mundo submarino es una pasión por la que pasan muchos. Realmente vale la pena armar las valijas y elegir uno de éstos tres destinos para conocer el buceo, así como la fauna y flora más impactante de toda América. El reino de los corales. Antillas Holandesas
La isla Bonaire es elegida todos los años por alrededor de veinte mil buceadores. Está ubicada en el Mar Caribe Sur, en frente de Venezuela, contando con una geografía tanto montañosa, como con un clima árido, pero este paisaje desértico cobra magia gracias al mar turquesa que baña sus orillas.
Bajo estas aguas de la pequeña isla, de no más de cuarenta kilómetros de largo y entre cinco y doce de ancho, se destacan abundantes colonias de corales.
Otro atractivo del lugar son las grandes salinas del sur y una reserva de vida salvaje, tanto terrestre como marina, llamada Parque Nacional Washington Slagbaai, en el norte de la isla.
Dos de los puntos recomendados para bucear son Playa Bengue y Karpata, que además permiten broncearse con un clima que supera los treinta grados Celsius. También su riqueza submarina tiene un pequeño pueblo, Rincón, que es el asentamiento más antiguo de la isla.
Buceo multicolor. Cozumel
El significado de ésta isla mexicana es “tierra de golondrinas”, estando ubicada en pleno mar Caribe y muy cerca de Cancún.
La belleza de éste lugar reside, entre otras cosas, en sus arrecifes de corales y cenotes, que suelen ser explorados tanto por buceadores, como por amantes del snorkel y turistas en general. Sus playas, compuestas de arena blanca y mar turquesa, le dan un entorno paradisíaco a este destino, que tiene en el sur la laguna Chankanab, comunicada con el mar por un túnel subterráneo, donde la flora y la fauna, son las delicias para los visitantes.
El mayo atractivo es sin dudas el arrecife mesoamericano, donde más de 150 especias de peces tropicales, tortugas y demás, conviven pacíficamente. Con temperaturas que promedian los veintisiete grados, también pueden verse cangrejos e iguanas de todos los colores.
Una maravilla. Galápagos
Éste destino no resultó electo dentro de las nueves siete maravillas del mundo, sin embargo, realmente vale la pena conocerlo. Es por todas las islas que conforman Galápagos, tanto por la variedad y abundancia de flora y fauna, como de diversos atractivos, que lo hacen una opción especial.
Para quienes prefieren hacer vida terrestre, en la isla de Santa Cruz hay unos increíbles túneles de lava preciosa reserva de tortugas gigantes. En tanto, la estación científica Charles Darwin, ofrece un panorama acabado de todas las especies que pueden encontrarse en esta zona ecuatoriana.
Además es imperdible la excursión de Tortuga Bay, una playa paradisíaca por donde se la mire. De imponentes arenas blancas y mar por momento turquesa o verde pero siempre cristalino, donde a cada paso se pueden encontrar variados e impactantes animales coloridos que componen su fauna, como iguanas, aves, etc.