Ya hemos hablado en artículos anteriores sobre algunas de las plantas que solemos tener en nuestros balcones, ventanas y jardines. Hoy le toca el turno a una de las flores de más belleza y variedad de colores, las begonias. Se trata de una flor muy fácil de cuidar y una de las más populares para adornar. Mide unos 50 centímetros de altura y sus hojas son grandes, en forma acorazonada. En cuanto a las flores las hay, como hemos dicho, de muchos colores, siendo los más comunes las de color rosa, rojo, naranja y amarillo.
Una de sus principales cualidades es que prácticamente florecen durante todo el año.
Es conveniente que vigilemos que la temperatura en la que se encuentre la begonia sea de entre 17º y 23º. Aunque debemos colocarla en algún lugar donde haya luz, evitaremos que le dé de manera directa. En cuanto al riego, deberemos irlo modificando según las estaciones, siendo más o menos, siempre según la zona en la que vivamos, de 2 veces por semana en verano y de cada 10 días en invierno.
Es beneficioso para la planta que esté en un ambiente con un alto porcentaje de humedad, y al regar evitaremos siempre rociar directamente a la planta, especialmente a las flores.
Algo muy importante siempre, y de manera especial en esta planta, es que quitemos enseguida las hojas marchitas.
Otra precaución que debemos tener es, en la medida de lo posible, no cambiarla de lugar una vez esté habituada, ya que son muy sensibles a los cambios de la dirección de la luz.
En cuanto a la multiplicación, varía según las especies, aunque en la mayoría de casos es por división o esqueje del tallo y hojas, y en algunas variedades incluso es suficiente con un trozo de hoja.