A todos nos resulta realmente tedioso el lunes a la mañana, pues el hecho de despedirse del relajante fin de semana y saber que tenemos toda una semana laboral por delante para llegar al siguiente, es motivo más que suficiente para detestarlo. Pero hay una buena noticia: puedes comenzar tu semana laboral cargada de pilas. Si quieres saber más, no te pierdas esta nota. Los lunes, cualquier lado de la cama que elijas para levantarte parece ser el incorrecto. Pero quizá no sea tener que volver al trabajo lo que te está tirando abajo: un 46% de la gente sufre de alguna forma de depresión causada por los efectos de haber pasado demasiado tiempo en posición horizontal durante el fin de semana. Sigue estas instrucciones y podrás estrenar tu lunes con los ojos brillantes y una sonrisa de oreja a oreja… o casi.
- Dejar el área laboral despejada: Es bueno adquirir la saludable costumbre de despejar tu escritorio los viernes a la tarde, pues encontrarse con una agenda organizada es un calmante eficiente para afrontar la ansiedad del lunes. Por eso, el viernes, no olvides ordenar, tirar y armar una lista de cosas para comenzar bien semana siguiente. También asegúrate de dejar limpia la bandeja de entrada de tu casilla de e-mail, y de esta forma, el lunes solo tendrás que responder los mensajes nuevos. Una investigación reciente, realizada por el departamento de Ciencias Informáticas de la Universdad de Glasgow, reveló que el exceso ge correos electrónicos es una fuente extra de presión que provoca estrés y agotamiento al 34% de la gente que trabaja.
- Aprovecha el viernes para salir: Existen infinidad de recursos para hacer que el comienzo de la semana no se parezca (tanto) a una maratón, pero una resaca puede hacerte arrancar con mal paso. Si puedes elegir qué noche salir, es mejor optar por la del viernes, pues los efectos de una noche loca pueden aparecer dos días más tarde, lo que significa que si trasnochas o cometes excesos con la comida y la bebida un viernes, podrías sentirte bien (o más o menos) el domingo, pero si sales el sábado, es probable que el lunes amanezcas descompuesta. Y si tu idea es salir tanto viernes como sábado, o solo el sábado, es mejor evitar los excesos durante este último y descansar bien durante el domingo para comenzar la semana cargada de pilas.
- Relájate, pero no mucho: Si pasas todo el fin de semana viendo tele, pagarás las consecuencias cuando te sientes frente a la computadora el lunes. El ocio no tiene necesariamente que ver con no hacer nada, sino con actividades que dan satisfacción personal, social, cultural o física. Hay que buscar todo lo que sea una alternativa al gasto energético de la semana y te despeje la cabeza. Despégate de las sábanas, porque dormir demasiado no te ayuda. Dormir más de ocho horas te harrá sentir abombada, y nada peor que eso para comenzar la semana.
- Sé previsora: Aunque la tentación de olvidarte por completo del trabajo durante tus días libres es fuerte, un poco de organización previa hará maravillas a la hora de enfrentar el bajón del lunes. Si eres de las que llevan un túpper a la oficina, el domingo a la noche no olvides preparar tu vianda para el almuerzo del día siguiente; de elegir la ropa que te pondrás y de armar la mochila para el gimnasio o cualquier otra cosa que puedas a necesitar. Si bien hacer esto requiere de un pequeño esfuerzo, lo gratificante es que te hará más fácil lidiar con el apuro de la mañana y que, además, te ayudará a dormir tranquila.
- El último empujoncito: Si necesitas incentivo de último momento para arrancar el lunes, prueba con estos dos trucos salvadores. Quizá la angustia te dé ganas de desayunar algo dulce y contundente como una torta o un alfajor, pero no lo hagas: cuando consumes demasiada azúcar en el desayuno, te carga de pilas pero sólo por un rato: a las 11 de la mañana sufrirás un pozo energético. Es mejor optar por cereales o una banana para una liberación más gradual de la energía. Cuando empieces a trabajar, comienza por deshacerte de las tareas más fáciles de la lista de pendientes y si tienes la posibilidad, ve al gimnasio antes del trabajo en lugar de ir después. Pues te ayudará a cargarte realmente de pilas para empezar con la semana laboral.