En esta nota, algunas cosas que debes tener en cuenta si tu período es irregular, y algunos consejos «femeninos» que todas las mujeres debemos tener presentes. No todas las mujeres nacimos con la dicha de tener el ciclo femenino a modo “relojito”. Muchas de nosotras padecemos distintos tipos de irregularidad, y si bien eso dentro de ciertos parámetros es completamente normal, hay ocasiones en las que debes estar alerta ya que no todas las irregularidades son buenas. Presta atención a estas situaciones, y si te identificas con alguna de ellas, no dudes en visitar a tu ginecóloga.
- Períodos cada 90 días: Tanto tiempo entre períodos puede ser causado por oligomenorrea, un trastorno en el funcionamiento de los ovarios que retrasa la maduración de un folículo, dejándolo inactivo y evitando que aparezca el ciclo. Esto puede alterar la fertilidad, y su tratamiento consiste fundamentalmente en una terapia de reemplazo hormonal.
- Períodos menores a 21 días: Esta disfunción se llama polimenorrea y produce períodos más cortos entre las menstruaciones y una baja progesterona en tu cuerpo, lo cual eleva la posibilidad de embarazo. El tratamiento puede ser hormonal, pero en este caso es específico para cada caso en particular.
- Fuertes dolores pélvicos: Pueden ser causados por endometrosis, que es el desarrollo del tejido endometrial (la sangre que forma tu menstruación) fuera del útero. Esto provoca una inflamación, y debe realizarse la extracción quirúrgica del coagulo para evitar la esterilidad.
- Obesidad, vello excesivo y acné: Si además de períodos irregulares padeces de alguno de estos trastornos, tal vez se trate del síndrome del ovario poliquístico (SOP), que es una alteración hormonal que puede causar diabetes, esterilidad e hipertensión. El tratamiento depende de cada persona en particular: en algunas ocasiones se utilizan esteroides para regular los niveles hormonales e inductores de la ovulación.
En todos los casos, o por cualquier cosa extraña que notes en tus períodos, no dejes pasar la consulta con un profesional, pues aunque no te genere ninguna molestia directa, la salud reproductiva hay que cuidarla desde el momento en que comienzas a tener la regla, y más aún si tienes relaciones sexuales, pues lo que hoy te parece poco importante, puede afectarte gravemente en el futuro. Es importante que las mujeres tomemos conciencia sobre este tema, y que tampoco dejemos pasar los controles anuales obligatorios que debemos realizarnos con la ginecóloga (el PAP y la Colposcopía y otros según el caso), pues de esta forma puedes prevenir graves enfermedades como la infertilidad, el cáncer de útero y las HPV.