Los vibradores ahora se están volviendo a percibir con los ojos con los que fueron mirados hace muchas décadas y era mas para un uso social o benéfico y no para algo netamente sexual. Para entender su importancia que mejor que saber su historia. Ahora se habla más abiertamente de éste tipo de objetos, de esos que escandalizan a las abuelas y algunas madres y de las que las jóvenes empiezan a conocer, de los llamados vibradores. Estos juguetes sexuales no son nuevos, y su historia es larga. En realidad empezó a tomar fama porque decían que minimizaba la histeria femenina. Uno de los primeros vibradores que apareció fue hecho en piedra pulida y se empleo en la época de la prehistoria. Después cambiaron de material y para las mujeres egipcias o griegas, la masturbación era mejor si se hacía con un vibrador de madera bañado en aceite de oliva.
A medida que avanzaba el tiempo, la liberación femenina fue empezando a dejar huella y las mujeres tenían una necesidad de placer infinita. Al no tenerla empezaron a tener problemas de histeria y era necesario que fueran a un medico que las revisara y de paso aplicara un masaje en su clítoris, haciéndolas llegar a un orgasmo. Como no eran suficientes las manos, pero eran muchas las mujeres, un medico americano diseño la maquina o vibrador a vapor que cumplía la misma función que sus dedos.
Después de que se empezara a notar que este tipo de dispositivos eran satisfactorios para las mujeres, empezaron a verse de manera médica para convertirse en algo mucho más social y común. Aunque la mayoría de vibradores que se comercializaron en un principio eran con un funcionamiento a base de pilas, después se empezaron a usar más los que eran de manivela pues eran mucho más económicos y la intensidad y frecuencia dependía del vigor con el que cada mujer moviera su mano. Pero como era momento de avanzar, llego la electricidad a ser parte de estos objetos y aunque al principio la mayoría de personas pensaba que eran como una especie de masajeador, su verdadera función estaba escondida y debía ser interpretada. Por lo general, la forma era de ventilador o secador de cabello pero a una escala pequeña.
Cerca de los años 40, aparecieron los vibradores de plástico, y fue por medio de las películas pornográficas del momento, fue gracias a esto, que los vibradores perdieron su significado común y relacionado con el hogar para adquirir un concepto netamente sexual, pero no visto con buenos ojos. Por esto descendieron las ventas y su popularidad. Después de los años 60, empezaron a diseñarse vibradores que tenían diferentes colores y que intentaban imitar la forma del órgano masculino.
Desde la década de los 70 a los 90, hubo algunos cambios en cuanto a la forma, pero la perfección acompañada de sencillez ha llegado en el siglo XXI, pues además de la función eléctrica que se ofrece, se tiene en cuenta la aplicación tecnológica y la búsqueda del factor “discreción”. Ahora se pueden encontrar vibradores que no tienen formar fálicas, que no llaman la atención de manera extravagante y que tienen un tamaño cercano a un brillo labial pero sin perder funcionalidad. Algo que ha llamado mucho la atención, es el uso de vibradores que se activan y funcionan de acuerdo al sonido de una canción.