El cerebro de una persona es como el ordenador central que ordena y dirige todas las funciones del organismo y por tanto, como cualquier máquina, es necesario administrarle los combustibles necesarios para que se mantenga en unas perfectas condiciones.
Añadir nueces a la ensalada para cuidar de nuestras neuronas
Las nueces son ricas en vitaminas E y B6 de igual manera que la lechuga o la escarola que forman parte de las ensaladas que consumimos normalmente, lo son en ácido fólico y que constituyen un auténtico antídoto ante la pérdida de la capacidad intelectual. Si además no somos muy dados a consumir alimentos de origen animal, sería recomendable agregar a estas ensaladas un poco de anchoas, huevos o salmón ahumado ricos, todos ellos, en vitamina B12, ya que el déficit de estos nutrientes son la principal causa de la desorientación así como de una mala memoria.
Para mantener las neuronas en forma también podemos añadir a estas ensaladas algo de legumbres, que gracias a su riqueza en fibras consigue frenar la absorción del azúcar que se encuentra en los alimentos, lo que ayuda a estabilizar la glucosa en sangre, combustible que usa el cerebro para funcionar correctamente.
Lecitina de soja y boquerones en vinagre
Este preparado, conocido como lecitina de soja, tiene una fuente de colina excelente que ayuda a formar conexiones nuevas entre las neuronas del cerebro, lo que mejora el rendimiento y reduce el riesgo de padecer algún tipo de demencia. Con tan sólo dos cucharadas al día conseguiremos consumir la dosis recomendada de esta sustancia.
Los boquerones, las sardinas, el arenque y el salmón son ricos en grasos omega 3 cuyo déficit se relaciona con el Alzheimer y la pérdida de memoria. Para conseguir proteger a nuestra mente de un envejecimiento precoz y aumentar a la vez el riego sanguíneo del cerebro, podemos aliñar estos pescados con ajo, perejil, vinagre y aceite de oliva virgen.
Alimentos de color morado
La berenjena, la lombarda, las moras, los arándanos o las uvas, logran potenciar la memoria y prevenir el deterioro de nuestro cerebro. Para beneficiarnos de todas estas virtudes podemos añadir una ciruela sin pelar o una cucharada de pasas en los cereales integrales que comamos en el desayuno. Estos últimos también se recomienda incluirlos en la dieta habitual ya que contienen gran cantidad de cromo, al igual que los frutos secos, los lácteos o la levadura de cerveza, que ayudan a evitar los fallos en la memoria además de prevenir la pérdida de agilidad mental.
Remedio natural para mejorar el riego sanguíneo del cerebro
El romero consigue reducir los efectos negativos que se producen por el envejecimiento del cerebro debido a su aporte de luteolina, antiinflamatorio natural que también se puede encontrar en el pimiento, en el apio y en la zanahoria. Para aumentar la concentración y la memoria podemos mezclar romero, eleuterococo, centella asiática y ginkgo, todos ellos a partes iguales y añadirlos a u n vaso de agua que se debe hervir durante un par de minutos para después filtrarlo y tomárselo. No debe ingerirse este preparado natural en caso de ser hipertenso o de estar tomando anticoagulantes.