5 amenazas de las que hay que proteger al matrimonio

Todas las personas suelen escuchar sobre los problemas en el matrimonio de los demás, pero imprudentemente algunas creen que nunca les sucederá. Como es mejor prevenir que lamentar, aquí se presentan las 5 amenazas más comunes que puede sufrir el matrimonio. 5 amenazas de las que hay que proteger al matrimonio 1. Los ajustes difíciles   

Todas las personas, tanto el hombre como la mujer, viven en contextos diferentes, con costumbres diferentes y pensamientos diferentes. Esto no solo se debe a los géneros, sino también a la distinta crianza, desarrollo y experiencias vividas en general.
Desde que se comienza una relación y a lo largo de ella, se deben superar una gran cantidad de desacuerdos por el bien de la relación misma. Una vez que se profundiza la comunicación en la pareja pueden surgir incompatibilidades de todo tipo, como por ejemplo acerca de los valores, la fe, el uso del dinero, la crianza de los hijos, etc. Además en toda relación uno siempre espera que el otro lleve a cabo ciertas tareas, roles o actúe de tal manera. 
Lo importante es que cualquier ajuste, por difícil que sea, se puede superar si ambos lo afrontan como unidad. Esto quiere decir con amor, sinceridad y sin crear una discusión a base de la diferencia.

2. Plan de la sociedad conyugal 

Cuando comienza la vida en el matrimonio existen todo tipo de planes, como de ahorro, pensiones y demás. De éstos las personas pueden elegir el mas conveniente, pero cuando se trata de la sociedad en el matrimonio lo ideal es lograr un 50 y 50 de parte de cada uno por más difícil que parezca. 
Después de todo los votos se basan en que las personas se amen más allá de la enfermedad, la pobreza y lo malo. De esta manera se entiende que es importante evitar «anular el contrato de sociedad» cada vez que un problema u obstáculo se interpone en la pareja. 

3. El egoísmo 

El desear desmedidamente el bien propio sobre el de los demás, es decir el egoísmo, siempre está presente en la vida de todas las personas desde muy pequeñas. Así como la tendencia a hacer las cosas de cierta manera o por tal conveniencia, pero éstas actitudes pueden ser sumamente destructivas en un matrimonio.
Si un integrante de la pareja es egoísta, seguramente el otro se sentirá atacado, rechazado y descuidado con el pasar del tiempo. La prioridad siempre debe ser el otro y viceversa, sino de otra manera la relación no podrá fortalecerse y crecer sanamente. 

4. Las dificultades 

Todas las personas y especialmente las parejas, afrontan dificultades a lo largo de los años, pero muchas veces el problema no es realmente el problema, sino la forma en la que se pretende superarlo. 
En un matrimonio es imprescindible tomar las decisiones juntos, y afrontar las eventualidades como unidad, también es necesario resolver los problemas utilizando la comunicación de forma sincera. Es importante tener en claro que el cónyuge no es el enemigo, sino al contrario un compañero y apoyo.

5. Relaciones extramatrimoniales 

Una relación extramatrimonial no solo radica en la relación con una persona ajena a la relación, sino que abarca todo aquello que ocupe el lugar del cónyuge. Muchas personas se dedican con cuerpo y alma a su trabajo, a su vehículo, al materialismo, a la casa o a los hijos, pero descuidan lo que su pareja necesita. 
La infidelidad, en todo sentido, termina dejando un camino de frustración, desesperanza y soledad. Por eso es de suma importancia cuidar las necesidades de la pareja, es decir, también prestar atención a la otra persona.