¿Estás en un día gris?

Hay días, que no sabemos si es porque esta nublado, porque estamos con el famoso y temido SPM (síndorme pre-menstrual) o por que insólita razón, pero nos levantamos con un humor de los mil demonios. No sólo detestamos la idea de tener que levantarnos y cumplir con nuestras obligaciones, sino que incluso detestamos hasta al último divino par de stilettos que nos compramos luego de tres meses de ahorro. ¿Estás en un día gris? Una vez que conseguimos salir de la cama, totalmente en contra de nuestra voluntad, y sin hablar de que aún estamos 99% dormidas, pasamos por el baño y pegamos un alarido al ver a esa bruja que nos mira desde el espejo, con un aspecto sacado del peor cuento de pesadillas para niños… y finalmente descubrimos que esa horrenda mujer…es nuestro fiel reflejo. Superado el trauma del espejo, nos dirigimos a la cocina a preparar nuestro desayuno… y por alguna extraña razón no sólo no encontramos los fósforos para encender la hornalla sino que una vez que lo conseguimos, el agua se tarda más de lo habitual en hervir…y nuestro humor sigue en picada descendente cuando nos damos cuenta de que lo único que podemos desayunar es la habitual tostada de pan integral que nos recomendó la nutricionista para recuperar la silueta que hemos perdido durante la última temporada de parrandas… Y esto no es todo, pues la situación se agrava aún más cuando nos damos cuenta que no podemos fumar para combatir el estress de la situación, pues el parche de nicotina que tenemos en el hombro nos recuerda que hemos dejado el fatal vicio hace un par de meses en un intento por recuperar nuestra salud… Ante semejante desastre comenzamos a despertarnos y tratamos de salvar nuestro propio pellejo poniendo algo de música que nos levante un poco…y en la radio está el programa de clásicos, y justo la sintonizamos cuando comienza “November rain” de los Guns´n Roses, esa canción que si no nos recuerda a nuestro ex novio, nos hace memorar aquellos días en que eramos jóvenes y felices… y que nuestra única obligación era ir al colegio a divertirnos con nuestros amigos… Pero en el transcurso del siguiente minuto nos damos cuenta de que se nos esta haciendo tarde para llegar a la oficina, y acto seguido salimos corriendo al guardarropas a buscar el equipo del día…Y cuando llegamos nos damos cuenta que mi remera básica negra, esa única que me ayuda en estos días grises a sentirme cómoda con mi aspecto está en el cajón de la ropa sucia… y es insalvable… y es aquí cuando llegamos al límite… y se nos cruzan 2 opciones por la cabeza:

  1. Saltar ya mismo por la ventana, lo cual descartamos al siguiente instante, pues no hemos vivido lo suficiente como para dejar este mundo…
  2. O tratamos de remontar la situación y ponerle un stop! Al mal humor.

Llegada esta instancia vamos a detallar algunos pasos que pueden ayudanos a remontar la patética mañana que acabamos de vivir: Para empezar, debemos desterrar este terrible malhumor pensando en algo que nos haga sentir bien: la playa, las vacaciones… o el lindo chico con el que saldremos el próximo viernes. Acto seguido volvemos a entrar al baño, nos metemos en la ducha, que por alguna extraña razón hoy se ha transformado en una ducha reparadora, y cuando salimos nos secamos con la toalla más blanca y suavecita que tenemos, esa que reservamos para los días especiales. Una vez salidas de la ducha le damos un nuevo lavado a nuestra cara y nos aplicamos la cantidad de cremas necesarias que completen nuestra rutina diaria de belleza…de esta forma nuestro humor va remontando, pues sentimos que estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para estar bien. Aunque estemos llegando tarde… no importa, la protagonista del día somos nosotras mismas y nos tomamos el tiempo necesario para mimar y masajear todo nuestro cuerpo con cariño, porque acaba de sufrir un mal rato y lo sentimos todo maltrecho. A todo esto no olvidemos poner música de relax para bajar los niveles de estress. Acto seguido volvemos al ropero, y no sólo decidiremos que no habrá prendas negras en el conjunto de hoy, sino que incluso nos pondremos esa última remerita que nos compramos, que está de última moda y nos hace sentir totalmente divas. No olvidemos por supuesto agregarnos todos los accesorios necesarios para sentir que estamos totalmente diosas… y además de cambiar por hoy las botas de taco chino por esas de taco aguja que nos levantan no sólo la autoestima sino también la altura, y nos hacen parecer 4 kilos más delgadas… Luego nos maquillamos, nos perfumamos, nos peinamos y nos sentimos totalmente divas… ¿Se nota ahora el cambio de humor? Por supuesto que sí, ahora el día ha cambiado completamente de color… y como plus de bienestar, nos prometemos una visita al shopping después de salir del trabajo, o un turno en la peluquería o simplemente… una rica comida para la noche… Una de esas 0% bajas en calorías pero que tan bien nos hacen sentir! Pues bien, de esta rutina de “cambio de humor” cada una puede hacer las variaciones necesarias, pero lo importante a tener en cuenta es el hecho de que, incluso el día en que peor nos levantamos puede terminar siendo el mejor de nuestras vidas. Especialmente en estos días debemos intentar ser 100% positivas. Pues sabemos lo complicado que es cumplir con todas las obligaciones que tenemos actualmente, pero hacer las cosas con mal humor sólo hace que las hagamos mal y luego nos enfurezcamos más aún sabiendo que deberemos hacerlas nuevamente. Por eso, aunque en un principio estemos totalmente reacias a cambiar el humor, debemos poco a poco ir impregnando nuestra mente de pensamientos positivos, pensar en hacer cada una de las tareas que nos esperan con el mejor humor y las mayores ganas que sabemos aplicar. Y también es muy útil prometernos algún gustito como para compensarnos por el esfuerzo diario que hacemos para salir adelante, pues en definitiva no vivimos para sufrir sino para alcanzar la máxima felicidad.

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Nunca olvides hacer las cosas que te hacen sentir bien, pues tiempo para disfrutar nunca debe faltar en tu agenda. Y no olvides sonreír y dar lo mejor de ti misma, pues a cambio obtendrás muchas sonrisas y muestras de agradecimiento que te harán sentir mucho más feliz contigo misma!