Si viajamos a Santander, para disfrutar de sus playas y de todo lo que ofrece esta bella ciudad, una buena opción a la hora de elegir alojamiento puede ser decantarse por el Hotel Escuela Las Carolinas. Se trata de un proyecto puesto a la práctica por la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria. El personal que trabaja en el hotel son todos alumnos de las diferentes ramas de Hostelería que, aparte de recibir allí sus clases, tienen de esta manera la posibilidad de poner en práctica todo lo que han aprendido. Es una buena manera de preparar buenos profesionales en este sector tan importante para la economía de nuestro país. Y, en todo momento, vamos a sentirnos muy bien tratados por estos alumnos que ponen toda su ilusión en el trabajo que realizan.
El edificio es un antiguo palacete del siglo XIX, rodeado de zonas ajardinadas y hermosos árboles, alguno de ellos centenario, que conforman una finca de 5000 metros cuadrados, y que se encuentra situado a apenas unos minutos andando del centro de Santander.
El hotel cuenta tan sólo con 13 habitaciones, lo cual permite un trato muy personalizado con los clientes. Son todas dobles, con baño y muy bien equipadas, y todas exteriores con vistas a los bonitos jardines del establecimiento.
El hotel dispone de salas que cumplen la función de zonas comunes, muy confortables y agradables, donde el cliente podrá descansar un rato viendo una película o leyendo algún libro.
La parcela que rodea el edificio, de una gran extensión, es muy apropiada para dar tranquilos y relajantes paseos, mientras podemos contemplar sus hermosos jardines de vistosas flores, sus magnolios gigantes, su tejo centenario o su hermoso pozo. O sencillamente sentarnos un rato en alguno de los bellos rincones que se han habilitado para ello.
En el restaurante del hotel, podemos disfrutar del menú que los alumnos preparan diariamente, y que constan de un aperitivo, un primer plato, un segundo plato, postre y café, todo ello servido tanto por los alumnos como por los profesores. Los jueves y viernes por la noche preparan un menú degustación, en el que podremos probar diversos platos de los que elaboran. Es de destacar la cuidada presentación de los platos, notándose el esmero que los jóvenes ponen en ello.