Aunque para muchos pueda parecer un chiste rechazar a una persona, pueden generarse muchos daños emocionales. En los casos más extremos, es una especie de bulling emocional que con el tiempo vuelve a las mujeres inseguras, aisladas y dudosas de todo lo que pasa a su alrededor. Parece un comportamiento normal para cualquier persona y que pueden llegar a ser superado porque no implica grandes cambios en la vida de alguien, pero para las mujeres que llegan a ser mucho más sensibles que los hombres y no toman o asumen muy bien cuando son rechazadas laboral, familiar o emocionalmente, además que cada “no” o cada ofensa, suele llegar a producir una consecuencia. La mayoría de rechazos por lo general suelen ser superados en poco tiempo, pero en el caso de los rechazos amorosos, la situación se vuelve un poco más compleja. Puede pasar en diferentes contextos, es decir, cuando una pareja rompe, cuando se estaba viviendo una época de conquista pero uno de los dos dijo que no quería seguir, entre otras.
– Una de las mayores consecuencias que se generan cuando hay rechazos de diferentes tipos, es que le cerebro asocia automáticamente el rechazo con el área que genera y hace sentir el dolor físico. Por esta razón, es que el dolor emocional del rechazo es tan grande. Cuando una persona está bien y recuerda un episodio de rechazo, de inmediato sufre un dolor que es generado por el cerebro gracias a esta asociación de emociones.
– Las personas que son rechazadas tiene un comportamiento que llaman los sicólogos evolucionista, es decir, que a pesar de que han pasado una y otra vez por esta situación, puede tomar fuerza por sí mismos y tratar de intentar las mismas veces, de ser aceptados.
– Uno de los problemas más graves del rechazo, es que el dolor que se presenta a causa del rechazo, tiene más duración que el dolor físico que pueda llegar a experimentar una persona y es más fácil recordar el dolor de algún rechazo, que el dolor exacto que sentían cuando les dolía alguna parte de su cuerpo.
– El sentirse parte de algún lugar, de algún grupo, de la familia o de algo, puede verse alterada, es decir, una chica que sufra rechazo, va a sufrir de inmediato un desequilibrio en esa sensación de ser parte de algo, de alguien y de ser querida y necesitada. La respuesta inmediata ante un rechazo, es aislarse, alejarse, generar barreras.
– Desafortunadamente, una mujer rechazada empieza a desarrollar comportamientos de ira, de mal genio, de agresividad. Es un mecanismo de defensa contras las personas que le han hecho de alguna manera daño, e incluso de aquellas que no. Además, la autoestima se ve seriamente afectada y aunque las personas las vean felices y tranquilas, por dentro sufren una preocupación y alteración muy grande, se sienten solas, con miedo, ansiosas y por lo general con pensamientos negativos o dudosos porque no saben cuándo volverán a vivir una situación de rechazo y de parte de quien.