Más o menos todos hemos tenido alguna habitación de pequeñas dimensiones que, a la hora de decorarla, nos ha llevado más problemas que las otras, habiendo tenido que pensar mucho para ver cómo podíamos sacarle el máximo provecho posible. Lo primero que hemos de tener en cuenta a la hora de decidir cómo decoramos la habitación es no caer en un error muy común, y que se comete muchas veces. Es el pensar que si la habitación es pequeña debemos decorarla con muebles pequeños.
Esto es una equivocación, y con ello sólo conseguimos que la habitación sea agobiante y el conjunto estético deje bastante que desear. Lo que sí debemos procurar, respecto a los muebles, en una habitación pequeña, es que sean de doble uso, como usar una cama que debajo tenga cajones.
También deberemos procurar que no haya más muebles de lo necesario para que la habitación no se vea llena. Hablando nuevamente de la cama, siempre será mejor una litera que dos camas, las cuales quizá llenen demasiado la habitación.
Aparte de los muebles, están los complementos y adornos, que deberemos procurar que sean pocos para que no se vea recargado.
Una regla de oro en las habitaciones pequeñas es mantener un estricto orden. Piensa que con dos o tres cosas fuera de su sitio ya da la impresión de estar toda la habitación patas arriba.
Cuidaremos la iluminación, procurando que haya mucha, lo que hará que la estancia parezca más amplia. Procuraremos sacar el máximo provecho de la luz natural que entra por las ventanas, complementándola con buena luz artificial para aquellos rincones a los que llega menos. Recuerda que siempre puedes usar algún espejo, que, colocado en el sitio oportuno reflejará la luz, creando más, además de que ya por sí mismo da sensación de amplitud.
Para las paredes y decoración en general, usa colores claros, blanco o crema, amarillos o verdes claros, buscando de entre éstos el que mejor se adapte a tus muebles. Siempre será mejor que todo sea, aunque no del mismo tono, sí de la misma gama de color.