El cuero ademas de meterse en el closet de las chicas, quiere quedarse hasta en los muebles y justamente esa es la tendencia que se está manejando para darle un nuevo aire a los hogares, a los espacios y a la decoración. Esta en furor en todas las tendencias y se está acogiendo muy bien para la decoración del hogar, porque además de ser un material bastante llamativo, se presta para usarlo en todo tipo de objeto y rincones. Cuando alguien invierte en un mueble, busca que sea de excelente calidad y que por supuesto se vea muy bien, así que si esto se quiere lograr, nada mejor que los que son a base de cuero.
Lo que atrae del cuero es su indescriptible olor, una textura que aunque en un inicio se siente diferente, después se adapta muy bien convirtiéndose en un factor esencial para sentir calidez. Lo bueno de estos muebles es que pueden durar por mucho tiempo, se pueden encontrar en todo tipo de colores y textura y para los que defienden a los animales, pueden optar por los cueros sintéticos. Es verdad que puede resultar un poco más costoso que los muebles convencionales, pero lo que adquieren es realmente algo durable y que necesariamente debe tener ciertos cuidados como la limpieza ante las manchas o evitar manipular objetos filosos o cortantes cerca, porque se romperán. En conjunto con el resto de objetos de decoración funcionan muy bien y un espejo, o una mesa o un cojín, resultaran perfectos para que el entorno sea increíble. Generalmente se exhibe en la zona de la sala porque es allí donde llama la atención de los que van a visitar y puede sacársele mayor provecho, pues hay un contacto más directo con quienes van.
Para los diseñadores resulta ser un material increíble que puede adaptarse a cualquier tipo de entorno, de gustos, de personalidad y de género, así que no importa si se es hombre o mujer, se puede usar, además que proveen de resistencia, adaptación al cuerpo y calidad a los diseños y productos. La mayoría de muebles en cuero manejan un estilo de líneas rectas y bastante contemporáneas, da mucha elegancia pero no necesariamente se manejan en tonos blancos o negros, ya que se imponen los más fuertes y ácidos como rosa, violeta, amarillo o verde. Si se tiene un gusto un poco más descomplicado, se pueden emplear los objetos que manejan un acabado desgastado, con vetas o uno que otro remache. El objetivo es romper con los paradigmas de que el cuero no maneja versatilidad y no puede combinarse con otro tipo de material, como la tela.