La receta que sigue es muy apropiada para la temporada que ya se acerca, en que hace más calor. Es muy práctica, ya que se conserva varios días en el frigorífico y ya la tienes hecha. Además es económica, especialmente porque siempre puedes hacerla con las verduras que te han quedado de otro plato. Ingredientes: 200 grs. de espinacas, una docena de champiñones, 2 zanahoras, 1 calabacín, 50 grs. de jamón serrano, 250 cc. de nata, , 2 huevos, una cucharadita de mantequuilla, aceite de oliva y sal.
Lava bien todas las verduras y córtalas a trozos. Procura que no sean excesivamente pequeños, ya que después en el pastel queda más bonito que se vean , con los diferentes colores.
Pon una olla con agua al fuego y echa en ella toda la verdura. Sala. Déjala hervir hasta que esté tierna y escúrrela.
Pon una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva y echa la verdura escurrida, dándole unas vueltas. Añade el jamón picado y deja que se fría todo bien mezclado.
Cuando lo veas frito, lo retiras del fuego, y pones la mezcla dentro de un bol, en el que añadirás también la nata y los huevos bien batidos. Procura mezclarlo todo bien.
Coge un molde de los que puedan ir al horno y úntalo con la cucharadita de mantequilla, extendiéndola bien, para evitar que se peque. Seguidamente vierte la mezcla dentro.
Precalienta el horno a 180º durante 10 minutos y pon el molde dentro, al baño maría, dejándolo entre 50 y 60 minutos hasta que esté cocido, Deberás irlo comprobando con un palillo la primera vez, ya que todos los hornos son diferentes.
Cuando esté cocido déjalo que se enfríe. Una vez frío puedes desmoldearlo con cuidado.
Sírvelo frío, cortado a rodajas y acompañado con mayonesa.