El pavo es una carne sabrosa, ligera y sin grasas, ideal para todos. Se puede hacer de muchas maneras, admitiendo por supuesto todas las recetas del pollo. El plato que sigue es fácil y queda muy bien, además de que suele gustar mucho a los niños. Ingredientes para 4 personas: ½ kilo de filetes de pavo, 100 grs. de jamón cocido, 250 grs. de champiñones, 1 tomate, 1 diente de ajo, queso rallado, pimienta negra, aceite de oliva y sal.
Lava bien los champiñones, asegurándote de que no les queda tierra, y lamínalos. Pela el tomate y córtalo en daditos pequeños.
Pon una sartén al fuego, con aceite de oliva. Sala los filetes y fríelos por ambos lados, aunque no en exceso. Resérvalos.
En el mismo aceite, echa la cebolla y el diente de ajo, ambos productos picados, y deja que se vaya haciendo a fuego suave. Cuando la cebolla esté transparente, añade el tomate, dale unas vueltas e incorpora también los champiñones. Remueve bien y deja cocer, siempre con el fuego suave.
Cuando veas que los champiñones están perdiendo el agua, añade el jamón cocido, añadiendo una pizca de pimienta y sal. Dale unas vueltas y deja rehogar todo.
En una fuente que pueda ir al horno, coloca los filetes de pavo y cúbrelo con una capa del salteado de la sartén. Cubre el salteado con queso rallado, en la cantidad que quieras, según tus gustos.
Precalienta el horno durante 10 minutos a 200º y, seguidamente, introduce la bandeja y deja gratinar hasta que veas que el queso se ha fundido.
Sírvelo caliente, acompañado de puré de patatas o por unas verduras salteadas y espolvoreado con perejil.