Aunque bien es cierto que ya no está de moda el moreno extremo que se llevaba hace unos años, a todas sigue gustándonos lucir una piel bronceada sobre todo durante el verano. Descubre cómo conseguirlo sin que nos pase factura el sol con los protectores actuales.
¿Qué filtros se necesitan?
En las etiquetas de cada crema viene indicada la composición de los bloqueadores que llevan y de sus filtros solares. Es recomendable un protector que filtre tanto los rayos UVB como los rayos UVA, así por ejemplo una crema que tenga un factor de protección solar 30 puede llegar a absorber un 92% de la radiación de los UVB mientras que las que cuentan con un factor 50 absorben hasta un 97%. En todo caso los protectores que tienen un factor más elevado llegan a ofrecer una protección durante un tiempo más largo.
Una textura adecuada
Existen diferentes fórmulas en las que se puede presentar un protector solar, así por ejemplo está disponible en geles, en emulsiones, en cremas, en espumas, etc. Es importante tener en cuenta que cuanto mayor grasa contenga el producto mayor permanencia, penetración y filtración tendrá y menor será la necesidad de reaplicarlo En cualquier caso para las zonas pilosas y para las pieles más grasas, las fórmulas presentadas en gel son las más adecuadas.
¿Dónde hay que aplicarlo?
En cualquier zona que se encuentre expuesta al sol sin olvidarse del cuello, de las orejas, de los labios así como del dorso de los pies. En el caso de los labios casi todas las marcas de cosmética cuentan con bálsamos específicos que protegen e hidratan esta zona manteniéndola perfecta.
¿Cuál es la cantidad ideal?
Hay que aplicarlo en abundancia. En teoría se recomienda aplicar dos mg por cada cm2 de piel, pero en la práctica es recomendable aplicar la cantidad que consiga recubrir de una forma homogénea toda la superficie. Se debe aplicar cada 2 horas, si se ha sudado mucho y cada vez que se sale del agua.
Diferentes edades y protectores solares
Para los niños que sean menores de tres años es recomendable utilizar protectores que solo tengan filtros físicos para minimizar al máximo el riesgo de padecer posibles alergias. En cualquier caso para los niños y para las personas mayores hay que tener una vigilancia mayor a la hora de aplicar las cremas, así como renovarlas con una mayor frecuencia y usar también un factor de protección solar más elevado.
Diferentes tipos de pieles
Las pieles normales deben exponerse al sol de una manera progresiva aumentando cada 10 minutos cada día y en ningún caso exceder de los quince minutos el primer día. Transcurridos diez días la piel ya estará preparada para poder aguantar el sol sin ningún tipo de problemas
En cambio las pieles muy blancas se queman literalmente con una exposición masiva al sol, algo que puede llegar a provocar manchas solares e incluso problemas más graves por lo que es muy importante usar un factor de protección que sea muy elevado. También se recomienda en estos casos utilizar solares que tengan vitamina E ya que este antioxidante evita que la piel envejezca prematuramente.