Aquí tienes algunos consejos para convertirte en una modelo. Si ese es tu sueño, entonces no dejes de leer este artículo, quizás estos tips te ayuden a perfeccionar tu técnica.
* Lo primero es tener el aspecto que necesita a alguien (por lo general el cliente) para el proyecto que están trabajando en ese momento.
* Hacer la vida más fácil para el director de arte y fotógrafo de la manera que quiera trabajar contigo.
* Por último asegurarte de que el cliente, fotógrafo y director de arte saben que quieres trabajar.
El primero tiene mucho que ver con lo que se hereda genéticamente (tu aspecto y talento) y lo que has hecho con ellos. La segunda y tercera en ser un modelo dentro, sabiendo qué hacer y cómo venderse. Cuando un proyecto requiere de una persona atractiva para estar junto a un nuevo producto, la persona que constantemente se puede quedar bien delante de la cámara, muestra la expresión emocional que se necesita en el momento justo, llegar a tiempo y sale a tiempo y en tantas otras maneras de hacer el rodaje e ir rápido, eficiente y con éxito, es la persona que va a obtener el trabajo. Esa es también la persona que se pedirá la próxima vez. La parte posterior de la genética es lo que se considera que hace una modelo profesional.
Ahora que estás mentalmente preparada para hacer el cambio, es hora de comenzar realmente a hacer el esfuerzo físico.
Primero: deja de comer hamburguesas, perros calientes, papas fritas y pizza y empezar a comer sandwiches de pollo, sándwiches de atún ennegrecido y hamburguesas de pavo.
La clave para estar en forma es utilizar los alimentos como combustible, no como placer. Si te mueres de hambre el cuerpo deja de funcionar correctamente y termina acaparando sus reservas de grasa y no se quema. Todo, desde tu cerebro a la sangre necesitan de las vitaminas, minerales, carbohidratos, proteínas y grasas, incluso las que se encuentran en buen estado, los alimentos nutritivos. La próxima vez que vayas a comer una barra de caramelo le la etiqueta para ver exactamente cuánto en realidad estás “alimentando» a tu cuerpo.
Segundo: deja de beber gaseosas y batidos de leche y comienza a beber leche descremada, jugo y mucha agua. Bebe de ocho a 10 a 8 vasos de agua diarios.
Tercero: deja de comer dulces, galletas, tartas y pasteles y empieza a comer fruta, yogur sin grasa, galletas integrales y sin grasa.
Cuarto: deja de estar sentada en el sofá viendo la televisión y comienza un programa cardiovascular de correr, trotar o caminar rápido durante 30 minutos al día, de cuatro a seis días a la semana. Comienza tu rutina de cardio, comenzando poco a poco. Toma alrededor de 10 minutos para calentar a tu meta de ritmo cardíaco. Una vez que llegues a tu corazón blanco tasa de latidos por minuto, debes mantenerlo allí 20 ó 30 minutos. Haz una de 10 minutos de enfriamiento para volver poco a poco a tu ritmo cardíaco normal.
Calcula tu frecuencia cardíaca ideal, siguiendo esta ecuación matemática:
220- edad x 70% (0,70) = BPM (latidos por minuto)
Ejemplo: 220-17 = 203 x 70% (0,70) = 142 latidos por minuto
Quinto: comienza a hacer ejercicio de los músculos tres veces por semana o cada dos días. Debes completar tres o cuatro series de cada ejercicio con 10 o 12 repeticiones por serie. Recuerda: hay tres zonas del cuerpo que normalmente se muestran al usar un vestido de noche los brazos, las piernas y la espalda.
Correr y caminar rápido te ayudará a tonificar las piernas, junto con la quema de grasa corporal.