Durante la noche la actividad de la piel aumenta ya que es su momento para conseguir regenerarse, así que no olvides ayudarla con los productos más adecuados.
Sueño reparador
Mientras se descansa durante la noche el organismo trabaja para intentar reparar todos los daños que han sido causados durante el día. Y es que durante el sueño, los niveles de la hormona conocida como cortisol, se reducen por lo que la piel se vuelve más fina. Además aumenta la melatonina, la hormona del sueño que actúa como un eficaz antioxidante que repara los daños causados por los rayos UVA.
Además un sueño totalmente reparador aumenta la eficacia de las hormonas del crecimiento que se encargar de reparar las células que producen la elastina y el colágeno, los responsables de la firmeza de la piel.
Mientras se descansa se atraviesa por cinco fases distintas: adormecimiento, sueño ligero, una transición al sueño profundo, el sueño profundo o fase delta y la fase REM, etapa en la que el cerebro está en total actividad. En todas ellas se produce una división de las células, pero es en la última donde en realidad se regenera de una forma muy profunda la piel.
Cremas de noche
Por todo ello las cremas de noche son las que cuentan con las fórmulas más tecnológicas además de ser las que incluyen una mayor cantidad de activos. Y es que la piel consigue sacar más partido a todas las vitaminas y los nutrientes de noche, ya que por la mañana continúan actuando como una barrera protectora, siendo la coraza perfecta para proteger a la piel de las agresiones del exterior.
Durante el día la piel tiene que luchar contra la oxidación y los radicales libres. Pero durante la noche es cuando se encuentra preparada para reparar todos los daños causados por lo que necesita cremas que la ayuden a potenciar esa acción regeneradora y que contenga activos para favorecer la división de las células y la suficiente nutrición para poder recuperar la hidratación y los niveles de lípidos perdidos.
Es por todo ello que las fórmulas que tienen las cremas de noche son las más completas y desde luego que se pueden poner también durante las mañanas, siempre que se añada un protector solar, pero nunca a la inversa ya que no tendría sentido aplicarse una crema de día durante la noche ya que le falta la nutrición que la piel requiere.
Unos aliados sorprendentes
Como añadidos se puede utilizar un humidificador en el dormitorio mientras se está durmiendo. Aparte de mejorar la respiración, se aumenta la humedad relativa del ambiente con la que las calefacciones suelen acabar y se ayuda a la piel a equilibrar y recuperar los niveles de hidratación deseables.
Una buena costumbre también es cambiar la funda de la almohada, preferiblemente por una de seda. En primer lugar porque esta tela no roza pero también porque ayudan a mantener la hidratación.