Preparar una ensalada resulta muy sencillo, rápido, económico y divertido, pero si además le agregamos los ingredientes correctos, se puede conseguir un plato muy completo que logre aportar los nutrientes que nuestro cuerpo necesita además de resultar muy agradable para el paladar. Descubre cómo preparar una ensalada perfecta a continuación.
Elegir bien la base de la ensalada
El primer paso será elegir el vegetal verde que va a ser la base de la ensalada. Se puede elegir entre las diferentes variedades de la lechuga, o incluso todas juntas, entre espinadas, col rizada, acelgas, etc. Cualquiera que sea el vegetal elegido debe ser lavado y desinfectado previamente para evitar cualquier tipo de enfermedad.
Después de agregar la base de hojas verdes se pueden incorporar otra serie de vegetales que sean del mismo color pero solamente en la cantidad suficiente como para darle algo más de textura a la vez que mezclar más sabores. Se puede probar por ejemplo con un poco de aguacate, de brócoli, de pepino, de puerros, de espárragos, de germen de trigo o de calabaza. No hay que olvidar que a la hora de preparar una ensalada se puede jugar con todos los ingredientes que se desee.
Incorporar algo de color
Una buena idea es darle un toque de color a todos los vegetales verdes que ya están preparados. Como se puede imaginar, las opciones son infinitas y se puede elegir entre pimientos rojos, naranjas o amarillos, cebolla blanca o morada, zanahorias, col morada, patatas, etc.
Algo crujiente
Resulta importante que una ensalada tenga algún ingrediente crujiente como por ejemplo nueces o algún trozo de frutas, dándole el factor sorpresa a este plato. Se pueden añadir también cacahuetes, semillas de girasol, trozos de manzanas, etc. Eso sí, hay que tener en cuenta a la hora de agregar dichos alimentos, que algunos tienen muchas calorías en muy pocas cantidades.
Sumar proteínas
Al preparar una ensalada el objetivo es crear un plato completo y que sea rico en nutrientes y no se puede lograr esto si no se usan proteínas que complementen la alimentación. Se puede usar queso, carnes de ave, huevos, carnes frías, carnes rojas, tofu, etc.
Por último los aderezos
Los sabores que se han ido creando hasta ahora pueden mejorarse y realzarse con algunos aderezos. Se pueden usar aceites vegetales como de ajo o de coco, hierbas finas y especies como tomillo, albahaca, un poco de canela, etc., así como algunas frutas como el mango, ciruelas, naranjas, etc. También es posible usar alguna crema, un poco de vino o un yogur.
Cómo se puede observar, comer una ensalada no tiene porque ser algo soso y aburrido ya que existen numerosas posibilidades con las que además de conseguir aportar todos los nutrientes necesarios al organismo, lograrán que consigamos crear un plato de lo más divertido y atractivo tanto a la vista como al paladar.