Para todos aquéllos que consideran que las acelgas son un plato soso, ésta es una buena manera de cocinarlas, ya que las almendras y los ajos les otorgan un toque especial, y, por supuesto, mucho más sabor del que tienen en sí. Ingredientes para 4 personas: un par de kilos de acelgas frescas, 2 docenas de almendras, 6 dientes de ajo, un poco de zumo de limón natural, 1 cucharada de harina, aceite de oliva y sal.
Lava bien las acelgas, sin olvidarte de quitarles los hilos, y separa el tronco de las hojas.
Coge la parte de las hojas, córtalas a trozos pequeños y ponlas en un cazo con agua y sal a cocer. Escúrrelas.
En otro cazo, con sal y un chorro de zumo de limón, cuece los troncos también partidos a trozos. Seguidamente déjalos que se escurran.
En una sartén con aceite de oliva echa 2 de los dientes de ajo y déjalos freír un poco. Así que empiecen a tomar color echa las hojas de las espinacas y rehoga. Reserva.
En otra sartén también con aceite de oliva fríe los dientes de ajo restantes, añadiendo también las almendras. A continuación, pon estos 4 dientes de ajo y las almendras en un mortero y machaca bien. Ha de quedar como una pasta.
Coloca los troncos de acelga en una fuente, poniendo las hojas alrededor.
En la misma sartén de freír las almendras, echa una cucharada de harina removiendo enseguida para que no se queme, y añadiendo la pasta del mortero. Rehógalo todo, dándole unas vueltas, y échalo enseguida por encima de los troncos de acelga. Sírvelo muy caliente.