Para cocinar esta receta, si lo prefieres, puedes usar perfectamente las habas y los guisantes congelados. No así las alcachofas. Puedes completarla si te gusta más añadiéndole jamón serrano picado o cuajando un huevo sobre el guiso. Y, si no tienes vino manzanilla usa algún fino o vino blanco normal. Ingredientes para 4 personas: 1 kg. de alcachofas, 400 grs. de habas ya desgranadas, 1 kg. de guisantes desgranados, 1 cebolla, 3 dientes de ajo, 1 limón, 2 cucharadas de pan rallado, 100 ml. de vino estilo manzanilla, ¾ de litro de caldo de pollo, aceite de oliva y sal.
Limpia antes que nada las alcachofas, quitándoles las hojas duras y cortándoles las puntas. Déjalas en agua con limón para que no se pongan feas.
Pon al fuego una cacerola con aceite de oliva y echa la cebolla picada, con un poco de sal. Pon el fuego suave y rehoga, hasta que esté transparente. Sin dejar que tome color, corta los ajos en rodajas finas y añádelos. Incorpora seguidamente el pan rallado. Remueve todo y deja cocer a fuego muy suave, durante más o menos 1 minuto.
Pasado el minuto vierte el vino y deja que se evapore el alcohol. Cuando esto ocurra, añade los guisantes y las habas. Mezcla todo y remueve bien durante un minuto más o menos, añadiendo seguidamente las alcachofas cortadas por la mitad. Vierte el caldo de tal manera que las cubra y lleva a ebullición. Si el caldo no lleva sal o lleva poca, echa una pizca.
Deja cocer a fuego suave hasta que veas que las habas están blandas, que será en torno a los 45 o 55 minutos. Mientras tanto, remueve de vez en cuando pero meneando la cazuela, para evitar que las alcachofas se rompan. Ten en cuenta que la salsa debe quedar espesa, por lo que si ves que falta poco para terminar y está demasiado clara, puedes optar por subir el fuego, para que evapore más.
Cuando veas las habas blandas, aparta la cazuela del fuego, y sirve el plato bien caliente.