El aire seco y el frío típico del invierno nos aumenta el riesgo de sufrir problemas en la garganta como infecciones, afonía, irritaciones, etc. Para combatirlos necesitaremos tratarlos cuanto antes mejor para evitar que se compliquen.
El nombre correcto
Existe una cierta confusión a la hora de nombrar las molestias en toda esta zona, tratándose en realidad de una misma dolencia pero que va cambiando de nombre según sea la zona afectada.
Laringitis. En este caso se trata de una inflamación en la mucosa de la laringe, siendo ésta el órgano que está situado entre la tráquea y la faringe.
Faringitis. La mucosa afectada, en este caso es la de la faringe, que está situada en la parte posterior de la garganta, entre la laringe y las amígdalas.
Amigdalitis. Esta enfermedad es conocida como anginas y se trata de la inflamación de las amígdalas que son los órganos linfáticos que están en la zona posterior de la boca y en la parte superior de la garganta.
¿Por qué son provocadas las molestias de garganta?
En la mayoría de las ocasiones se debe a la presencia de virus en las vías respiratorias, siendo los síntomas más habituales, además del clásico dolor de garganta, dificultad para tragar, fiebre moderada, inflamación de las amígdalas, enrojecimiento de las mismas, etc.
El herpes o la mononucleosis son otros de los virus que pueden llegar a afectar nuestra garganta.
En el caso de las bacterias, la infección se produce por las procedentes de las vías respiratorias o de la piel, como la conocida como streptococo cuyos síntomas son una fiebre superior a los 39 grados centígrados, amígdalas enrojecidas, un aumento en el tamaño de los ganglios situados en el cuello, etc.
El tratamiento cuando se habla de infecciones de tipo vírico se puede aliviar con remedios caseros ya que en estos casos no sirven de nada el uso de antibióticos, medicamento que debe utilizarse cuando el origen es de tipo bacteriano.
Remedios caseros para dolores de garganta provocados por virus
Si añadimos una cucharada grande de miel en un vaso de agua caliente con un poco de zumo de limón y lo tomamos a lo largo de todo el día a pequeños sorbos, nos suavizará las mucosas además de combatir la tos.
También se pueden hacer gárgaras con media cucharada de sal añadida a un vaso de agua con lo que notaremos un gran alivio.
El calabacín al igual que la borraja son verduras muy ricas en mucílagos, sustancias que logran suavizar de igual manera las mucosas de las vías respiratorias. Se pueden tomar cocidas o beber el mismo caldo de su cocción.
Si añadimos hojas secas de manzanilla en agua hirviendo y dejamos que cueza a fuego lento para después colar el líquido resultante y empapar una tela con él que nos aplicaremos, bien escurrida, sobre el cuello hasta que se haya enfriado, lograremos aliviar las molestias de garganta si repetimos este procedimiento durante varias veces al día.