Mucho se ha hablado sobre este alimento tan fundamental en nuestra gastronomía, pero muy poco se sabe sobre sus nutrientes, su elaboración y sobre la cantidad que contiene cada variedad de ácidos grasos. Aquí descubrirás todo lo que necesitas saber al respecto.
Tipos de grasas y calorías de los aceites
Todos los aceites destinados al consumo de las personas y que sean de origen vegetal, contienen ácidos grasos en un 99 por ciento aunque cero en colesterol. Los ácidos grasos de estos aceites pueden ser de diferentes tipos, bien saturados, poli insaturados o mono insaturados.
Los primeros son muy resistentes a la oxidación, lo que quiere decir que no se pueden poner rancios. Los aceites de nuez y de cacahuete son los que más contienen este tipo de ácidos, aunque su consumo excesivo puede aumentar el nivel de las grasas en la sangre.
Las grasas poli insaturadas resultan muy vulnerables hacia la oxidación. Entre ellos se puede destacar el ácido linoleico, que se encuentra en el grupo de los ácidos grasos que resultan esenciales para la salud, puesto que nuestro organismo no puede por sí solo, fabricarlos.
Por otra parte las grasas mono insaturadas resultan prácticamente igual de resistentes a la oxidación con los grasas saturadas. El ácido graso monoinsaturado principal, es el oleico que nos ayuda a prevenir enfermedades cardíacas.
Por otra parte los aceites contienen unas 125 calorías por cada cuchara sopera aproximadamente, aunque la mayoría de estos alimentos ya estén refinados. En este proceso va incluida la cocción de sus semillas, la extracción primeramente con una prensa y posteriormente con filtrado, desodorización, etc. En este proceso se utilizan temperaturas muy elevadas y puede dejar algunos restos de solventes de tipo tóxicos. También se destruyen los aceites poli insaturados y la vitamina E del aceite, hasta en dos terceras partes.
Todos los aceites que se han extraído sin ningún tipo de solventes son los denominados no refinados. Estos aceites tan sólo se cocinan, se exprimen y se filtran. Tienen un color muy intenso y conservan el sabor de la semilla por completo.
Cuando un aceite no ha sido cocinado antes de prensar sus semillas, se utiliza el término de prensado en frío. Hasta hace muy poco tiempo, el único que merecía ser clasificado de esta manera, era el aceite de oliva, pero ahora se han inventado prensas para poder extraer el aceite de cualquier semilla dura a temperaturas menores de 50 grados. Todos estos aceites conservan todo su sabor y todos los ácidos grasos esenciales así como la vitamina E natural.
¿Para que nos sirven las grasas?
Las funciones principales de las grasas son las de proteger a nuestros órganos vitales como el corazón, los genitales, los riñones, etc., mantener nuestra temperatura corporal y amortiguar cualquier tipo de lesiones o de golpes.
Son dos los tipos de grasas existentes. La primera es la de origen animal como la mantequilla, la nata de la leche o la piel del pollo. Estas grasas reciben el nombre de saturadas y son las responsables en la mayoría de los casos de un porcentaje muy elevado de formación de placas de grasas que se van acumulando en las arterias.
Las grasas que se encuentran en las margarinas, en los aceites, en el cacahuete y en las nueces son las llamadas grasas de origen vegetal poli-insaturadas.