Una mujer espera encontrar en u hombre diversas cualidades que le permitan convertirse su novio, y aunque un factor importante es el sexo, no hay nada mas desastroso para ellas que justamente ese chico que las trae locas, sea un obsesivo sexual que no piensa en otra cosa sino en las relaciones sexuales. Y los obsesivos sexuales pueden ser tomados de dos maneras, uno es el que es hiper sexual y quiere están en todo momento manteniendo relaciones sexuales, no hay limitaciones horarias, no hay compromisos o cosas que le produzcan vergüenza o limites, simplemente siempre es el momento perfecto para tener sexo. El segundo tipo es ese hombre que solo se la pasa alardeando de sus experiencias, de que todo lo sabe, que ha hecho diez mil posiciones y ha estado con mucha chicas, desde la más alta hasta la más bajita o desde la más delgada hasta la más fornida.
En el primer caso, para una mujer puede llegar a ser algo tormentoso después de que ha pasado la etapa del reconcomiendo y las ganas sexuales actividad, porque después de que una relación ha madurado, se empiezan a querer otras cosas, nuevos planes y que esa llama de la pasión se mantenga encendida por el deseo que genera no tener relaciones todos los días cada cinco minutos. Pero entra a jugar el papel confianza, comunicación y entendimiento y cuando un hombre empieza a ver que su novia o esposa lo rechaza, puede cambiar su comportamiento y hasta puede caer en las garras de la infidelidad, al ver la posibilidad de que hay otras mujeres que si le pueden seguir su juego.
Este tipo de comportamientos son realmente complejos de quitar, y es peor en los hombres que tienen arraigado el factor machista, pues querrán que se respeten sus deseos, exponer su masculinidad y su virilidad. Si su pareja le insinúa que intenten hacer algún tipo de terapia o que tenga una asesoría para controlar sus desaforadas ganas, lo que probablemente suceda es que se moleste y por supuesto nunca quiera tomar sesiones de este tipo. Además hay ciertas actitudes que pueden hacer peor la relación, por ejemplo, el hecho que este continuamente llamando pero no porque quiera saber cómo está la otra persona, sino para tener un control sobre lo que hace, sobre lo que no, con quien esta y con quien hablo, son chicos excesivamente celosos, están pendientes de llenar a la otra persona de regalos, pero siempre con mas intenciones de que se sienta feliz y plena en la relación y que además de ser obsesivo con el sexo y con la relación, puede llegar a tornarse totalmente perfeccionista y molesto al hacer otras cosas.
El segundo tipo son los hombres charlatanes que solo exponen a todo el que se cruza por su vida sus experiencias sexuales y en realidad a ninguna mujer que quiera una relación estable, le gusta que su novio se crea un maestro sexual que ventila la vida privada con ella y con sus ex parejas o sus aventuras a todo el mundo. Hay varias opciones, una no permitir que esto pase de una amistad, dos que exista una comunicación tranquila pero firme para tratar de controlar estos comportamientos o tres que simplemente se diga adiós y se finalice la relación al ver que no hay cambios y que las personalidades no son muy compatibles.