Los patios interiores son zonas de las cuales se dispone en muchas viviendas pero que, por regla general, no están aprovechadas. A lo máximo se usan como tendederos, y en muchos casos incluso para dejar cosas que no usamos, con lo que acaba convirtiéndose en un feo trastero. Las casas generalmente tienen tan poco espacio al aire libre que vale la pena intentar aprovechar el patio interior por pequeño que sea. Con un poco de ideas e imaginación, podemos convertirlo en un lugar agradable, donde incluso podamos cenar en verano, tener una reunión con amigos o que nos sirva para un rato de relax, un pequeño rincón en el que leer un libro tranquilamente al aire libre.
Normalmente se trata de espacios en los que no entra mucha luz, que será el primer dato que deberemos tener en cuenta. Por tanto deberemos pintar las paredes claras, mejor en blanco. Aquí tenemos la ventaja de que suelen tener estas zonas 3 paredes completamente libres, de las cuales se puede sacar mucho partido.
Una buena idea puede ser hacer un mural tipo infantil en alguna de las paredes, o, si no queremos hacerlo nosotros, poner un vinílico con una bonita foto, de los cuales encontraremos muchos en el mercado. Por supuesto deberemos optar por uno que dé sensación de espacio abierto y aire libre.
Como siempre decimos, podemos jugar también con los efectos de los espejos, que poniéndolos en el lugar adecuado harán que el espacio parezca mayor, pero, además, otorgarán mucha luminosidad al patio.
No olvidemos las plantas, indispensables casi para darle al patio este toque de frescura que estamos buscando. Las trepadoras y plantas colgantes pueden ser ideales, así como la colocación de árboles de pequeño tamaño en las esquinas.
A la hora de decidir qué ponemos en el suelo, podemos elegir entre un gran número de materiales, aunque los más indicados en este caso posiblemente serán la madera o incluso el césped artificial, dependiendo del estilo que busquemos darle.
No pueden faltar algunas sillas, bancos o butacas, así como una mesa aunque sea pequeña. Serán adecuados para dichos muebles materiales como la madera o el mimbre, aunque deberemos tener en cuenta que está al aire libre, por lo que deberán ser resistentes.
Después de todo esto, sólo faltarán algunos toques que tu imaginación te dictará, como unas velitas aquí, unos cojines acá o unos jarrones con vistosas flores en el lugar oportuno.