La carne de cordero es un producto muy apreciado en nuestro país, prácticamente en todas las comunidades. A la hora de comprarla elígela bien, que esté fresca y en perfectas condiciones. Para ello ten en cuenta que deberás ver que la grasa es blanca y cremosa, los huesos blancos en las articulaciones y verse húmedos, y la carne rojo brillante. Ingredientes para 4 personas: 1’5 kg. de carne de cordero cortada a trozos, 1 pimiento rojo, una rebanada de pan, 2 vasos de vino tinto, 1 cebolla, 4 dientes de ajo, 3 hojas de laurel, aceite de oliva y sal.
Antes de nada, asa el pimiento rojo y guárdalo.
Coloca una cazuela de barro con aceite de oliva en el fuego. Pela los ajos y échalos en ella, para que se frían. Cuando estén fritos, procurando que no se quemen, los apartas y los reservas.
Echa los trozos de carne, previamente salados, en el mismo aceite en que has frito los ajos. Ve dándoles la vuelta para que se doren por todos los lados y, cuando veas que ya han cogido color, añade la cebolla picada, el laurel y el pimentón. Dale unas vueltas a todo y vierte también el vino. Pon el fuego suave y deja que vaya cociendo todo.
Mientras tanto, fríe la rebanada de pan. Cuando esté frita la pones en el mortero y la machacas, añadiendo también el pimiento y los ajos que habías frito. Cuando esté bien machacado lo deslíes con un poco de agua caliente y lo echas en la cazuela donde está cociendo la carne.
Deja que vaya cociendo todo hasta veas que la carne estás muy blanda, lo cual verás porque se desprende del hueso. Antes de apagar el fuego prueba la sal y rectifica. Si durante la cocción se evapora el líquido, ve echando agua.