Comida china preparada en casa

Si eres un amante de la comida china y te gustaría que en casa te quedaran los platos tan sabrosos como en el restaurante, te proponemos una serie de recetas con las que tus invitados pensarán que has pedido la comida o la cena por teléfono al local chino más cercano.

Ensalada china con salsa blanca

Este plato suele ser el entrante más solicitado junto con los rollitos de primavera. Si quieres sorprender a tu familia o amigos solo vas a necesitar un poco de lechuga tipo iceberg cortada en juliana, jamón york y zanahoria cortados en tiras y agar agar, un alga que deberás meter durante un par de horas en agua antes de añadirla a la ensalada.

Muy sencillo ¿verdad? Pero lo que verdaderamente le va a dar sabor a la ensalada, es la salsa blanca agridulce que vamos a preparar. Para ello se necesita un poco de vinagre de arroz o en su defecto, vinagre de vino blanco o de manzana. Se añade la misma cantidad de azúcar que se haya utilizado de vinagre, un poco de aceite de girasol y sal. Se bate bien hasta emulsionar esta mezcla y conseguir la densidad y el color blanquecino tan típico de esta salsa.

Se recomienda hacerla con antelación y meterla en el frigorífico durante unas horas antes de echarla en la ensalada para que esté mucho más rica e intensa. En el momento de ir a servirla hay que recordar volver a emulsionarla.

Pollo frito al limón

Esta receta también es muy popular y muy sencilla de hacer. Para prepararla para cuatro personas se necesitan:

-dos pechugas de pollo
-el zumo de un limón
-sesenta gramos de azúcar moreno
-agua
-miel
-maizena
-dos huevos
-pan rallado
-aceite de oliva
-pimienta negra y sal

Se exprime el zumo de limón y se echa en un vaso medidor para complementar con agua hasta conseguir 250 ml. Se separa un poco del líquido y se diluyen en él diez gramos de maizena hasta conseguir una mezcla sin un solo grumo.

El resto del líquido se pone a calentar con el azúcar moreno y cuando comience a hervir se añade un poco de miel y se deja reducir a fuego bajo durante unos cinco minutos. A continuación se añade la maizena que ya estaba disuelta y se deja espesar la salsa un par de minutos más.

Se cortan las pechugas en tiras gruesas y se salpimentan. Se pasa cada tira de pollo primero por la maizena, después por el huevo y al final por el pan rallado, para ir friéndolas en aceite de oliva hasta que estén doradas. Cuando esté el pollo frito se echa la salsa sobre él y ya estará preparada nuestra rica receta.

Se sirve bien caliente y se puede acompañar de una buena ración de arroz blanco suelto y bien sabroso.