Descubre como aliviar los típicos dolores de oídos y de pies que a menudo sufrimos y que pueden resultar verdaderamente molestos con unos simples remedios de tipo natural y que pueden llevarse a cabo en nuestra propia casa.
Dolor de oídos
Este dolor puede venir originado por diferentes causas siendo las más comunes un drenaje insuficiente en las trompas de Eustaquio, infecciones en los senos paranasales, en el oído interno, por la presión atmosférica, por alergias o resfriados, cuando se viaja en un avión o se bucea en el mar, por dolores reflejos originados por las amígdalas, por la garganta, por los dientes, por la lengua o por la mandíbula, por una perforación en el tímpano causada por un golpe o por la inserción en la oreja de un objeto extraño o incluso por un exceso de cera dentro del conducto del oído.
Para remediar este tipo de dolor podemos exprimir un limón hasta conseguir todo su zumo y humedecer con él una bola de algodón que debe ser colocada con mucho cuidado en la entrada de nuestro oído sin llegar a introducirla hasta dentro, durante unos diez minutos aproximadamente. Debe aplicarse antes de irse a dormir siendo este remedio perfecto cuando este dolor se produce por un exceso de cera.
Si calentamos un par de cucharadas de aceite de almendras o de oliva y dejamos que repose hasta que alcance nuestra temperatura corporal, podremos aplicar de dos a tres gotas en el conducto del oído para proteger éste con un poco de algodón y así conseguiremos calmar ese molesto dolor.
En cualquier caso ninguno de estos remedios debe aplicarse en caso de tener el tímpano perforado por lo que se recomienda acudir primeramente al doctor para que nos explique la causa del dolor.
Dolor de pies
Normalmente no solemos prestar demasiada atención a los cuidados que necesitan nuestros pies e incluso llegamos a maltratarlos con la utilización de zapatos muy apretados o que cuentan con tacones demasiado altos, pero tenemos que tener en cuenta que nuestro pies son una compleja estructura compuesta por 107 ligamentos, 28 huesos, 18 músculos y 31 tendones y que todos ellos exigen unos nutrientes que deben ser suministrados por una dieta equilibrado y a los que se les debe proporcionar los cuidados necesarios como baños o masajes por ejemplo, para evitar el ardor, la irritación o el dolor de éstos.
Para paliar el dolor de esta zona tan importante del cuerpo podemos realizar un spa casero que consiste en remojar nuestros pies en un recipiente con agua templada a la que habremos añadido un par de cucharadas de sal marina. Después de un pequeño baño en esta zona debemos enjuagar los pies con agua fresca y limpia para secarlos con ligeros toques con la ayuda de una toalla y terminar aplicando masajes circulares con una crema humectante deslizando nuestro pulgar con fuerza por todo el arco del pie y así conseguir hacer desaparecer los dolores.