Si cuentas con una piel seca, al aplicar maquillaje sobre el cutis, es muy probable que en lugar de mejorar tu piel, llegues a acentuar sus imperfecciones. Descubre algunos consejos a la hora de aplicar el maquillaje en estos casos y luce un cutis radiante.
La hidratación
La clave para lograr que el maquillaje surta los efectos que deseas, es mantener una excelente hidratación. Para ello se deben utilizar productos faciales especiales para una piel seca cuando vayas a limpiar el rostro y después hidratarlo con una buena capa de crema durante unos cinco minutos antes de proceder a aplicar la base del maquillaje.
Aplicarse una base cremosa
Los encubridores de las manchas de la piel así como las bases cremosas funcionan especialmente bien sobre una piel seca. Eso sí, asegúrate que antes de aplicar estos productos, se encuentran al menos a una temperatura ambiente. Hay que asegurarse de usar un pincel en vez de los dedos a la hora de aplicar tanto la base como el corrector para evitar que la piel se escame. Si se desea una cobertura muy ligera, se debe deslizar el cepillo sobre el rostro suavemente.
Utilización de polvos y sombras de ojos cremosas
Saber maquillarse es tratar de resaltar lo mejor de cada persona y minimizar cualquier tipo de defecto. Un maquillaje en polvo sobre una piel seca se endurece marcando mucho más las arrugas, las líneas y los posibles pliegues. Por ello es recomendable utilizar una maquillaje en polvo que sea cremoso y un color para los ojos que armonice con la base del maquillaje. Se deben acentuar los pómulos con colores brillantes como por ejemplo un rosa pálido, un tono bronce o un oro,, manteniendo los colores metálicos alejados si se tienen arrugas en esta zona. No utilices los dedos en este caso tampoco.
Delineador para los ojos líquido
Para las mujeres con piel seca se recomienda la utilización de un delineador de ojos líquido puesto que los lápices de ojos o los polvos se desmenuzan muy fácilmente haciendo que las arrugas y las líneas de expresión se destaquen.
Para finalizar está el rímel. La regla básica es cambiarlo cada tres meses ya que se puede comenzar, transcurrido este tiempo, con la formación de grumos además de contaminarse. Hay que tener especial cuidado con la utilización de máscaras que sean resistentes al agua ya que hay algunas fórmulas que pueden llegar a secar las pestañas. Para su utilización se debe pasar el cepillo por las pestañas con unos movimientos suaves, comenzando cerca de la base de las pestañas y barriendo suavemente hacia las puntas.
Antes de acostarse se debe eliminar completamente el rímel utilizando bien un removedor de maquillaje para ojos formulados especialmente o utilizando un poco de aceite de oliva. Para aplicarlo se deben cerrar los ojos y aplicarlo con la ayuda de un poco de algodón que se pasará suavemente por las pestañas y los párpados. No hay que olvidarse tampoco de desmaquillar el resto del cutis.