Cuando estamos demasiado cansados, pasamos por un mal momento o incluso tenemos muchas cosas en nuestra cabeza todo ello puede que nos llegue a alterar el sueño. En estos casos podemos probar a echar mano de algunas soluciones naturales para poder descansar como debes durante la noche.
Si te sientes agotada
Casi el 70% de la población ha sufrido o sufre insomnio siendo en algunas ocasiones algo crónico y en otras transitorio. Cuando esta alteración llega a persistir durante el tiempo, será necesario un diagnóstico médico para poder evaluar las causas posibles y su tratamiento posterior. En cualquier caso la medicina natural puede sernos de gran ayuda para mejorar esta situación.
El insomnio puede encontrarse relacionado con cierta falta de nutrientes en nuestro organismo que son los encargados de mantener en un perfecto equilibrio las emociones y el sistema nervioso.
Para solucionar esto el Sango coral por ejemplo, que es un componente natural rico en calcio y en magnesio y de muy fácil asimilación, ayuda a reducir la sensación de cansancio y a facilitar un sueño reparador si tomamos entre uno y dos gramos al día.
Todas las vitaminas del complejo B, especialmente la B5, B6 y B12 resultan imprescindibles para mantener un correcto ciclo del sueño y se pueden tomar en forma de comprimidos o consumirlas a través de la jalea real tomando entre uno y dos gramos diarios por las mañanas o de una a tres cucharas pequeñas de postre de levadura de cerveza al día.
Cuando el insomnio lo provocan los nervios
Una situación de estrés mantenida durante mucho tiempo puede provocar que a la hora de acostarse no dejes de pensar en todas esas cosas que te preocupan y que llegan a impedir quedarse dormido.
Para ello puedes utilizar plantas medicinales como por ejemplo la valeriana, la melisa, la pasiflora, la amapola de California o el lúpulo que contienen propiedades sedantes, reducen el nerviosismo y ayudan a facilitar la conciliación del sueño. Se pueden tomar mezcladas o por separadas en una infusión o en forma de comprimidos o en extracto líquido.
La avena igualmente refuerza nuestro sistema nervioso y ayuda a favorecer el sueño. Se puede encontrar en forma de copos y se consume con un poco de leche por la mañana y a la hora de acostarse.
Si te encuentras ansiosa o triste
La ansiedad, la depresión o el miedo son unos factores que pueden también acabar provocando insomnio. Para combatir esta situación se puede optar por consumir rhodiola o hipérico que logran aumentar la actividad de todos los neurotransmisores encargados de influir en los ciclos del sueño y en el estado de ánimo.
Así mismo el 5-htp y el triptófano son unos aminoácidos que mejoran la producción de melatonina y de serotonina del cerebro y que influyen positivamente en el insomnio. Aunque eso sí, es importante evitarlos si se está embarazada, si se está dando el pecho al un bebé o si se están tomando medicamentos.