Existen una serie de ejercicios que puedes practicar en tu propia casa y que te ayudarán a endurecer todos tus músculos tanto de la parte superior como inferior de tu cuerpo. Para ello tan sólo necesitarás una goma elástica, algo de constancia y sobre todo, muchas ganas de ponerte en forma y sentirte bien contigo misma.
Comienza con flexiones laterales
Con la ayuda de la goma elástica pon tus pies en el centro de ésta abiertos hasta la altura de tus hombros y cruza la goma por delante de ti.
Mantén los brazos en tus costados y flexiona primero despacio hacia la izquierda, llevando las costillas hacia la zona de la cadera y controlando perfectamente este movimiento para evitar hacerte daño. Repite después hacia el lado derecho.
Durante este ejercicio debes mantener el ombligo bien apretado y repetir esta acción desde ocho hasta dieciséis veces.
Flexión de pie frontal
Para realizar este ejercicio debes pisar en el centro de la goma elástica con ambos pies bien juntos y cruzarla por detrás de la espalda. Echa el peso para atrás ligeramente y levanta con fuerza los agarres de dicha goma por detrás de la cabeza. Mantén esta posición durante unos tres segundos con los codos bien abiertos para volver después a la posición inicial. Haz varias series de ocho o de dieciséis repeticiones dependiendo de tu estado físico.
Haz la plancha con flexiones de rodilla
Túmbate boca abajo con los antebrazos apoyados en el suelo o mejor, sobre una alfombrilla especial para hacer gimnasia y con tus pies colocados en puntillas. En esta posición contrae los abdominales y mantén tu nuca en una posición neutral, es decir, sin levantarla demasiado ni agacharla para evitar posibles lesiones. Debes mantener el pie derecho y tu tronco bien quieto mientras que utilizas la fuerza de tu abdomen para traer tu rodilla derecha en diagonal hasta el pecho. Ve alternado las piernas y realiza igualmente entre ocho y dieciséis repeticiones.
Trabaja al ritmo que va marcando tu corazón
Estando en reposo el corazón llega a bombear entre sesenta y ochenta veces cada minuto, aunque la intensidad de cada ejercicio que realices es seguro que elevará la frecuencia de éste.
En cualquier caso el límite al que un corazón puede ser sometido, dependerá dela edad de cada persona, aunque se considera que no debe llegar a sobrepasar las doscientas veinte pulsaciones por minuto restando la edad de cada uno. Por ejemplo, una persona de cuarenta años no debería sobrepasar las 180 pulsaciones. Si tienes cincuenta años sería de 170 pulsaciones y así consecutivamente.
De cualquier manera no se debe nunca llegar al límite, sino mantener el corazón entre el 60% y el 80%. Si tienes cualquier tipo de duda y quieres tener tu corazón bien controlado tanto cuando estás realizando ejercicio como cuando no, puedes recurrir a la utilización de un pulsómetro, que te mantendrá al tanto de las pulsaciones de tu corazón en todo momento.