Cómo conseguir que tu piel sobreviva al invierno

Durante el invierno la piel se vuelve loca y está bastante más seca y agrietada debido a los cambios de temperatura. Y es que cuando hace frío en la calle, la sangre se desplaza hacia las manos, los pies y la nariz, es decir, que las venas se cierran ligeramente para proteger al cuerpo de perder la temperatura de la sangre, ya que menos sangre significa menos nutrientes y menos oxígeno.

Cuando nuestra barrera de agua transepidérmica, es decir, la última capa de la piel, no está fuerte, el agua del cuerpo se evapora, especialmente en los días secos y con mucho viento, con lo que llega el desastre: una piel agrietada y seca. Y como no podemos quedarnos en casa hasta que pase el invierno, debemos seguir unas pautas para tener una piel sana.

Usar más crema hidratante

Durante el invierno podemos sustituir nuestra crema habitual por una crema que sea rica en líquidos y que aporte a nuestra piel agua y todos los ingredientes que se necesiten para nutrirla. Por ejemplo, si nuestra piel es seca se puede usar una crema enriquecida con vitamina E y con semillas de chía. Para conseguir un mayor efecto podemos aplicarnos la crema hidratante cuando tengamos la piel aún ligeramente húmeda para sellar mejor la hidratación y el agua.

Aprovechar la noche

Después de un día de mucho frío podemos notar la piel mas seca de lo normal por lo que tendremos que aprovechar la noche para restaurarla aplicándonos una dosis extra de la crema de noche. Podemos probar con una crema de aceite de café verde y de almendras que ayudan con la hidratación. De igual manera que en el caso anterior, se recomienda su aplicación con el rostro ligeramente húmedo para que selle mejor el agua.

Mascarilla

Si lo que estamos es perdiendo agua, tendremos que hacer que nuestra piel beba más, poniéndonos una mascarilla hidratante una vez a la semana como mínimo. Los aceites faciales, que tan de moda se han puesto últimamente, también nos ayudarán en caso de extrema sequedad.

Cambiar la rutina de limpieza

Los limpiadores de cutis en gel que son tan potentes, los reservaremos para el verano, ya que son más agresivos y nos hacen perder más líquidos. En invierno mejor optaremos por utilizar la leche limpiadora y el tónico.

Proteger los labios

En invierno también es muy habitual tener los labios deshidratados lo que contribuye a que salgan grietas, por eso no debemos salir de casa sin un bálsamo labial y tendremos que evitar pasarnos la lengua por encima. Para cuidarlos podremos hacernos una suave exfoliación usando un cepillo de dientes y después aplicar el bálsamo de labios.

No hay que olvidarse del cuerpo

El cuerpo, aunque escondido durante esta época en varias capas de ropa, también sufre los temidos cambios de temperatura, por eso las piernas también pueden deshidratarse y estar secas, por lo que no podemos olvidarnos de aplicarnos una crema corporal.