Hay algunos mitos que se van instalando en nuestras creencias y que nos resultan muy difíciles de olvidar y pasar de ellos, pero lo que es cierto es que una dieta bien efectiva y sana, comenzará a desmontarlos en el momento en que nos pongamos a actuar.
Falsas leyendas urbanas
En muchas ocasiones dejamos de comer algunos alimentos que son esenciales para nuestra salud, sólo porque una leyenda urbana les ha atribuido un efecto negativo para mantener la línea. Por ejemplo, el saltarse la cena se supone que adelgaza. Pues bien, durante la noche, la insulina está más alta debido al estrés sufrido durante el día, a la falta de ejercicio y a los largos períodos que podemos haber pasado sin comer, y si optamos por no cenar, nos subirá más todavía dicha insulina con lo que sólo conseguiremos almacenar mucha más grasa. Además, la acción de saltarse una comida nos provocará mayor ansiedad y por tanto la necesidad de comer mucho más en la siguiente ingesta. Si por si esto no fuera poco, el metabolismo de cualquier persona quema más calorías durante la digestión, por lo que es aconsejable comer poco aunque varias veces al día, entre cinco y seis, aunque sí que es importante que nuestras cenas sena ligeras.
Otra de las leyendas es que las vitaminas nos engordan. Tanto los minerales como las vitaminas son nutrientes que en ningún caso aportan vitaminas. Lo que sucede es que al producirnos un mejor estado en nuestra salud, pueden contribuir a abrirnos el apetito, pero en ningún caso existe una directa relación con el aumento de peso.
Cómo deshacerse de los falso mitos
También se corre la voz de que estar un día a dieta puede ayudar a adelgazar. El principal objetivo de un régimen es la eliminación de grasas, pero cuando éste es muy severo y provoca una pérdida muy rápida de peso, lo está haciendo a costa de nuestra agua corporal y no del tejido adiposo. Esto es debido a que la grasa requiere un tiempo para poder movilizarse y conseguir desaparecer, algo que se consigue con un cambio en nuestro estilo de vida y de nuestros hábitos alimentarios. Estos planes, también producen un increíble efecto rebote al ser demasiado hipocalóricos.
Que los carbohidratos engordan es otro de los mitos más extendidos entre todas aquellas personas que desean perder algo de peso, pero lo cierto es que este grupo de alimentos nos aportan mucha más energía que cualquier otro a la vez que menos calorías por cada unidad de peso. Eso sí, si el índice de glucemia es alto, se elevan más los niveles de azúcar en la sangre y un excedente de ésta se llega a transformar en grasa reservada. Para controlar el peso, por lo tanto, es necesario dar preferencia a aquellos productos que contengan un bajo valor glucémico así como reducir los que lo contienen más alto, como la miel, el pan blanco, los dulces, las frutas o el alcohol.