Está comprobado por la OMS que el tabaco mata casi a la mitad de las personas que lo consumen además de que aumenta el riesgo de sufrir de hipertensión arterial al dañar el revestimiento de nuestras arterias y aumentar los depósitos de grasa en éstas. Aprende una serie de consejos que pueden resultarte útiles para dejar el tabaco y no recurrir a los cigarros de una manera sistemática.
Aprende a tomar conciencia para cambiar la actitud
Los primero que hay que hacer para intentar dejar de fumar es cambiar la mentalidad ante este hábito que llega a perjudicar la salud tan seriamente. Si se desea dejar el tabaco es primordial tomar conciencia del daño que ejerce. Esta toma de conciencia tiene que servir para fortalecer la voluntad de las personas fumadoras y dejar de esconder la cabeza cuando se escuchan los riesgos del tabaco. Leer, conocer todos los detalles que provocan los cigarros e informarse concienzudamente para después hacer una lista con todas las razones en contra y a favor del tabaco y leerlas a diario, puede servir de mucha ayuda.
Compartir las debilidades y los problemas
El dejar de fumar puede resultar más llevadero si se habla con personas que compartan estos mismos problemas y con las que poder desahogarse.
Cuidar la alimentación
La voluntad se verá reforzada si se toma conciencia de llevar una vida más sana. Compensar esta dependencia con una alimentación equilibrada e inteligente ayudará a minimizar la dependencia a los cigarrillos y evitará el riesgo de aumentar de peso, algo que va asociado con el abandono de este hábito.
Dormir bien
De esta manera conseguirás relajarte así como recuperarte de la tensión provocada por las ganas de fumar. Si tienes problemas a la hora de conciliar el sueño puedes caminar durante un par de horas o darte un baño bien caliente antes de irte a dormir.
Beber mucha agua
Beber como mínimo dos o tres litros al día de agua te ayudará a eliminar toxinas y a encontrarte mucho mejor.
Cómo superar el impulso de fumar
Cuando te de el impulso de fumar intenta aguantar entre tres y cinco minutos sin hacerlo y de esta manera irás ganando la batalla al tabaco poco a poco. Si te encuentras en buena forma puedes hacer flexiones o cualquier otro tipo de ejercicio que distraiga tu mente durante ese momento. Darte una ducha o iniciar cualquier otro tipo de actividad que te disuada de fumar depende de tus gustos y costumbres, pero en cualquier caso conseguirás vencerlo y cada vez necesitarás menos tiempo para controlar esas ganas de fumar.
Ser paciente
Los días más difíciles son los primeros y cada día que estés sin fumar tienes que pensar que has ganado una importante batalla. Ponerse como meta firme el dejar de fumar durante los primeros cuatro o cinco días te servirá para que los siguientes te resulten bastante más fáciles de llevar.
Aprender a relajarse
Existen métodos sencillos de relajación y de respiración que si los ejercitas pueden resultarte muy útiles para superar el impulso de fumar y poder dejarlo más fácilmente.