Al llegar la Navidad, unas semanas antes el mundo se impregna de su magia. Es igual si estas fiestas se celebran por motivos religiosos o por otras razones, el caso es que existen a lo largo de todo el planeta, costumbres navideñas que convierten estas fechas en más especiales incluso. Descúbrelas.
Filipinas
En Filipinas todos los años el sábado anterior a la Nochebuena, se celebra el festival de los farolillos gigantes en la ciudad de San Fernando, conocida como la capital de las Navidades de esta isla. Personas del mundo entero acuden a ver este espectáculo.
En un principio estos farolillos median apenas medio metro y estaban hechos con el papel que se utiliza en Japón para la papiroflexia, estando iluminados por una vela. En la actualidad están hechos de diferentes materiales y pueden llegar a tener 6 metros de longitud, además de estar alumbrados con bombillas.
Austria
En el folclore austríaco de Navidad, San Nicolás o Santa Claus premia a todos los niños que se han portado durante todo el año bien, mientras que su compinche malvado coge a los que no lo han hecho y se los lleva dentro de un saco. En la primera semana de diciembre, jóvenes disfrazados de Krampus van asustandoa los niños haciendo sonar campanillas y cadenas.
Japón
Aunque parezca mentira, además del intercambio de regalos y de contar con una iluminación especial, en el país nipón las navidades son algo extrañas, especialmente su cena. Y es que la misma consiste en sentarse frente a un cubo de pollo frito del coronel más popular del mundo: Kentucky Fried Chicken.
Islandia
Durante las trece noches previas a la Navidad, los jóvenes islandeses llevan regalos a los niños que se han portado bien y patatas podridas a los que no. Vestidos con trajes tradicionales, cada uno de estos jóvenes que recibe el nombre de Yule, tiene un apodo como el chupacucharas, el devorayogures o el acosador de ovejas.
Alemania
No hay que confundir a San Nicolás con Papá Noel. El primero viaja la noche del 6 de diciembre en burro para dejar regalos como chocolatinas, monedas, juguetes y naranjas en los zapatos de los niños que se han portado bien.
También les dan pequeños regalos en los colegios o incluso en sus propias casas a cambio de que les cante una canción o les haga un dibujo. Junto a él viaja Ruprecht, un demonio vestido de negro con una barba negra y lleno de campanillas que lleva una vara para castigar con ella a los niños que no se han portado bien.
Noruega
Si hay una tradición que sea poca ortodoxa, esa es la que tiene lugar en Noruega. Allí la gente esconde las escobas. Esta tradición proviene de hace siglos cuando se pensaba que los malos espíritus y las brujas aparecían durante la Nochebuena para buscar escobas en las que poder volar. Hoy en día muchos todavía las esconden en el sitio más seguro de toda la casa para que no se las roben.