Los guisantes constituyen uno de los productos que más usamos en nuestra cocina, aunque a veces no lo parezca, porque solemos darles un papel secundario, como acompañamiento de otros productos o ingredientes en salsas. Pero por sí solos también pueden constituir un buen plato, como la crema que sigue. Ingredientes para 4 personas: ½ kilo de guisantes congelados (o el equivalente si son frescos), 1 litro de caldo de verduras, 1 cebolla, 1 taza de nata líquida, 2 rebanadas de pan, 2 cucharadas de maizena, aceite de oliva y sal.
Pon el caldo en una olla y ponlo en el fuego, añadiendo también los guisantes y una pizca de sal. Cuando rompa el hervor, tapa la olla y baja el fuego, dejando cocer durante media hora. Pasado este tiempo, escurre los guisantes pero sin tirar el agua de cocción.
Mientras tanto, pon una sartén con un poco de aceite de oliva en el fuego y echa en ella la cebolla picada, dejándola rehogar pero apartándola del fuego antes de que tome color.
Pon en el recipiente de la batidora los guisantes y un vaso de agua de la cocción, y bátelos junto con la cebolla rehogada, hasta que quede una crema fina. Échalo en una cacerola.
En un vaso con agua fría, disuelve la maizena y, cuando esté bien desleída, añádela a la cacerola donde está la crema de guisantes. Enciende el fuego y deja que dé unos hervores todo junto. Añade entonces la nata y el resto de caldo de cocción de los guisantes. Remueve bien y deja cocer a fuego suave 15 minutos más. Antes de sacarlo prueba si está correcto de sal.
Corta las rebanadas de pan en daditos, fríelos y escúrrelos. Acompaña con ellos la crema.