Realmente, el hecho de que un niño cuide de un animal siempre será algo positivo para su aprendizaje. Si le enseñamos al pequeño cómo debe tratarle, con el amor y la paciencia que enseñar al animal conlleva, va a ser muy enriquecedor para él. Le va a dar más autoconfianza y, al mismo tiempo, también aprenderá a confiar más en los demás.
Un tema que frecuentemente es discutido en casa cuando tenemos un niño pequeño es la posibilidad de que éste tenga una mascota. Y el asunto tiene sus pros y sus contras.
Realmente, el hecho de que un niño cuide de un animal siempre será algo positivo para su aprendizaje. Si le enseñamos al pequeño cómo debe tratarle, con el amor y la paciencia que enseñar al animal conlleva, va a ser muy enriquecedor para él. Le va a dar más autoconfianza y, al mismo tiempo, también aprenderá a confiar más en los demás.
Si estamos hablando de un niño menor de 4 años debemos tener en cuenta una serie de consideraciones. La primera de todas es que el niño no tiene aún control sobre su irritabilidad, por lo que deberemos vigilar el trato que le da al animal. Debemos ser conscientes también que el niño solo no tiene la madurez para cuidar de la mascota sin ayuda de nadie, por lo que nosotros deberemos ser quienes estemos al tanto, enseñándole al niño que el animal tiene necesidad de comer, de beber y de hacer ejercicio igual que él. Como en muchos otros aspectos de la vida, el niño aprenderá mucho simplemente observando el comportamiento de los padres.
Es muy importante no perder de vista que un trato inadecuado al animal por parte del pequeño no es en absoluto positivo para éste. Ni, evidentemente, para el animal. Y que si es reiterativo puede ser síntoma de algún problema, requiriendo entonces la intervención de un profesional.
Tener una mascota ayuda a desarrollar en los niños valores como la compasión o la empatía, que después trasladarán hacia los seres humanos, y a aumentar su sentido de responsabilidad.
A la hora de elegir qué animal coger se ha de ser muy cuidadoso y estar toda la familia de acuerdo, ya que la experiencia de tener una mascota ha de ser algo positivo y agradable, y además tiene que serlo para todos los miembros de la familia.