Las algas son ricas en minerales, vitaminas y oligoelementos, por lo que una cura a base de ellas te va a relajar, proporcionar energía e incluso te ayudará a perder algo de peso con mayor facilidad.
Baños con algas
Las algas pueden aplicarse tanto de manera interna como externa, es decir, que puedes elegir entre darte un baño relajante o hacer una cura interna con la que te sentirás pletórica de energía. Si optar por darte el baño, podrás elegir entre las algas marinas en forma de polvo de color marrón, verde o rojas que al entrar en contacto con el agua, liberan sus minerales y oligoelementos y penetran en el organismo compensando sus carencias y sacando las impurezas, origen de los nervios y de la fatiga.
Para sacar el máximo beneficio del baño comienza por darte una ducha para eliminar la grasa y las impurezas. También puedes hacerte una exfoliación con ayuda de un masaje para estimular la circulación. Regula el agua de tal manera que se encuentre entre 37 y 39 grados centígrados, temperatura ideal para dilatar los poros.
Quédate en el agua durante un cuarto de hora y no te aclares después. Envuélvete en una toalla y permanece así unos minutos para que penetren todos los minerales bien en la piel.
Masaje adelgazante con algas
Algunas algas son ricas en yodo, una sustancia que es conocida por sus propiedades reguladoras y depuradoras del metabolismo. Si se asocia con las proteínas marinas y con algunos minerales, se consigue una combinación perfecta para recobrar firmeza y reducir volumen.
En un centro de talasoterapia o en un instituto especializado te podrán realizar este masaje, consistente en cubrir las zonas a tratar con una pasta de polvo de aguas que se diluye en agua caliente. Las algas más utilizadas con el alga gigartina y el fucus.
A continuación se cubren con una envoltura térmica o se ponen bajo una lámpara de infrarrojos para provocar calor y que se acelere la penetración de los activos durante diez o quince minutos. Para perder peso serán suficientes cinco o diez sesiones.
Cura interna
Lo perfecto sería hacerse una cura interna con algas en primavera y otra en otoño, períodos ambos en los que el organismo necesita conseguir la máxima vitalidad para enfrentarse a las variaciones del clima. Esta cura debe durar como mínimo un mes.
Puedes optar por el alga fucus, una de las algas más consumidas de todo el mundo por sus diversos usos a nivel medicinal, siendo un complemento alimenticio perfecto en el momento de hacer dieta, además de ayudar a disminuir los niveles de colesterol.
Se puede ingerir en infusión para la que habrá que hervir una taza de agua y añadir después dos cucharas de hierba seca de fucus. Se deja hervir dos minutos, se tapa y se deja reposar otros cinco minutos. Se cuela y se bebe.
Puede tomarse también en forma de cápsulas, siendo lo normal tomar dos cápsulas de fucos antes de cada comida.