Descubre los castillos «congelados» de Bretaña

Pueblos medievales, valles rurales, paisajes marinos y ciudades que han crecido en torno a un castillo, son algunos de las maravillosas vistas que rodean algunos de los mejores y más encantadores castillos de Bretaña. Descubre cuáles son.

Castillo de Fougeres

Erguido encima de un imponente peñasco en la bretaña francesa, concretamente en el pueblo de Fougeres, se levanta esta construcción del siglo X, construida en un principio como fortaleza militar y reconstuída más tarde durante los siglos XII y XV. Con sus más de doce torres por las que se sube y baja gracias a unas escaleras de caracol, sus gigantescas murallas desde las que se puede contemplar un impresionante paisaje, sus grandes terrazas con sus cañones, sus pasarelas, sus almenas perfectamente conservadas y sus puentes con fosa, este castillo parece una recreación de los famosos «Exin Castillos». Imperdible un paso por el pueblo que crece bajo esta edificación y que parece sacado de un auténtico cuento.

Castillo de Josselin

En la ciudad de Josselin y asomado a las tranquilas aguas del rió Oust, se encuentra esta fortaleza de la Edad Media y una verdadera joya perteneciente al Renacimiento. Sus torres que se reflejan en el arroyo, sus bucólicos jardines llenos de esculturas y flores, sus estancias maravillosas en las que sobresale un comedor con decoración del siglo XIX y un increíble museo de muñecas levantado en los establos antiguos, convierten a este lugar es una visita indispensable de la bretaña francesa.

Castillo de Suscinio

Entre el golfo de Morbihan y el Atlántico, en la península de Rhuys y rodeado de playas y marismas a las que acuden numerosas aves protegidas en busca de refugio, encontramos el castillo de Suscinio, con su impresionante muralla y sus torres desafiantes que en su día fue levantada como residencia de vacaciones. En la actualidad se puede disfrutar de numerosos espectáculos de música, teatro y danza en su interior.

Castillo de Vitré

Situado en el pueblo del mismo nombre, este castillo es un claro ejemplo de la arquitectura militar en Bretaña durante la Edad Media. De estilo gótico, esta edificación se levanta sobre otra de madera de más de mil años. Testigo de grandes batallas, hoy en día este castillo es la sede del Ayuntamiento, además de un interesante museo en el que se puede descubrir todas sus grandes historias. Para acceder a él hay que atravesar un verdadero puente levadizo.

Castillo de Fort la Latte

Dominando el mar y entre las rocas del cabo de Fréhel, en las costas de Armor, se encuentra este castillo del siglo XVI de belleza exquisita y salvaje. El camino que lleva hasta él es uno de los principales atractivos de la visita. En este escenario se rodó el enfrentamiento final entre Tony Curtis y Kirk Douglas en «Los Vikingos».