La vida que llevamos es muy estresante con bastante frecuencia. Llena de responsabilidades y de trabajo, muchas veces no tenemos tiempo para ocuparnos de nosotras mismas y caemos en el error de llevar por ende una dieta desequilibrada que nos hace ganar unos kilos de más. Aprende como deshacerte de estos kilos para siempre.
Trabajo a jornada completa
Después de trabajar es muy normal llegar a casa y tener que ir a hacer la compra, ocuparse de los niños, preparar la cena, repasar los deberes de éstos, revisar las facturas que ya no se pueden posponer, etc., etc. Hay que sacar tiempo para todo esto pero por supuesto no para practicar un poco de ejercicio, lo que se traduce en kilos y en centímetros de más que van redondeando la figura y que van provocando flacidez en el cuerpo.
La tensión dentro de todo este trabajo junto con el acceso directo a la nevera ante la más mínima señal de ansiedad, se convierten en dos de nuestros grandes enemigos. En este caso la solución pasa por llenar la nevera con alimentos más ligeros, así en caso de que sucumbamos a la tentación de abrirla, encontraremos productos para picotear más sanos como zanahorias, lácteos desnatados, manzanas, etc.
Qué cuánto hay que comer
Hay que distribuir las comidas en 5 tomas y separar los alimentos. Los que sean más energéticos deben consumirse mucho mejor por las mañanas para poder ir quemándolos durante todo el día y que no se acumulen. Los más ligeros por otra parte, mejor consumirlos por la noche que es cuando se gastan menos calorías-
Ejercicio
Es fundamental buscar entre unos treinta y cuarenta minutos al día para caminar. Además de ayudar a quemar calorías, se endurecen los músculos y por tanto se combate la flacidez. Para eliminar las cartucheras es muy importante realizar ejercicio de una manera constante y nadar o hacer bici. Correr es la actividad que más activa el metabolismo.
Dieta tipo
Desayuno
Café con leche desnatada y sin azúcar o una infusión junto con una o dos piezas de fruta o dos o tres tostadas de pan con un poco de queso desnatado, fresco o de jamón.
A media mañana y en la merienda
Se puede elegir entre un yogur, leche o queso, siempre desnatados, una fruta o un zumo de tomate o de zanahoria.
Comida y cena. Primera opción
Como primer plato se puede tomar un poco de espinacas salteadas con jamón York, unas ensaladas variadas, un gazpacho, una escalibada, un caldo, unas gambas o unos mejillones.
De segundo plato un poco de pescado azul o blanco al horno o a la plancha, algo de marisco, de calamares o una sepia o bien un poco de carne como un solomillo, un lomo de cerdo, pavo, conejo, ternera o pollo.
Comida y cena. Segunda opción
Puedes tomar un plato único con hidratos de carbono como pasta, arroz o legumbres más una guarnición de hortalizas, verduras o una ensalada.