Si te sientes más cansada de lo habitual, te salen heridas en la boca o incluso tienes molestias en tus músculos sin hacer ejercicio, seguramente es que tu sistema inmunitario está más bajo de lo normal. Aprende a ponerte las pilas de una manera natural.
Consumir más cítricos y evitar los embutidos
Existen una serie de alimentos como las naranjas, los pomelos, las verduras y los frutos secos que cuando se metabolizan consiguen que el Ph de los líquidos de nuestro organismo se vuelva alcalino con lo que los órganos funcionan mucho mejor. Para lograr subir las defensas por tanto, resulta fundamental que los incluyamos en nuestra dieta a la vez que intentamos huir de los alimentos ácidos que nos bajan la alcalinidad como por ejemplo, el azúcar blanco, el embutido o la carne, entre otros.
Ingerir bebidas sin cafeína
Las bebidas carbonatadas, el té negro o el café, además de bajar nuestra alcalinidad natural, provocan por el efecto de la cafeína y que la absorción de diferentes minerales se reduzca como por ejemplo el hierro, el cinc, el cromo o el calcio, todos ellos necesarios para un correcto funcionamiento del sistema nerviosos, así como para el azúcar en la sangre o el nivel de colesterol. En este caso es interesante sustituir estas bebidas por zumos de fruta o té verde que están llenos de sustancias que benefician a nuestro sistema inmunológico.
Ejercicio pero sin pasarse
Sea cual sea la actividad física que se realice de una forma moderada y entre unos 30 y unos 60 minutos, ayuda a prevenir la aparición de ciertas enfermedades ya que incrementa la fuerza y la cantidad de las células del sistema inmune. Igualmente al elevar la temperatura de nuestro cuerpo, el ejercicio ayuda a inhibir el crecimientos de ciertos virus, pero cuando el deporte es demasiado intenso, puede también deprimir el sistema inmunológico ya que el cuerpo segrega una serie de sustancias que consiguen atacar directamente a las células inmunitarias, por lo que abusar de una actividad física no resulta muy saludable.
Disfruta de diferentes actividades
Cuando una persona consigue entretenerse al hacer algo que verdaderamente le gusta como por ejemplo pintar, escuchar música o incluso hacer punto, el cerebro segrega endorfinas así como serotoninas que son las hormonas de la felicidad a la vez que disminuye la cantidad de cortisol que es la del estrés y que debilita el sistema inmune. Existen estudios que demuestran que este tipo de actividades elevan nuestras defensas de igual manera que si tomáramos una pastilla de equinácea, a la vez que contribuyen a proteger a nuestro cerebro del deterioro cognitivos que es propio del paso de los años.
Yoga y meditación
Si se practican en casa durante unos quince minutos al día, preferiblemente al levantarse, este tipo de técnicas ayudan a reducir la tensión de las arterial, algo que estimula el correcto funcionamiento de nuestras células defensivas y nos protege contra el estrés así como de la ansiedad, enemigos declarados de nuestro sistema inmunitario.