Para la mayoría de personas el matrimonio se ha convertido en un acto que no quieren llegar a hacer porque dejaron de creen en el y porque sienten que pierden su libertad e identidad, pero una mujer debe asegurarse de casarse con un hombre que no tenga este tipo de pensamiento, si no que sienta que el casarse es un sueño que quiere cumplir. Para esas mujeres que sueñan con casarse o que ya tienen la propuesta de matrimonio hecha, deben tener en cuenta ciertos detalles o cualidades en su futura pareja, para que esa nueva etapa que inician sea la mejor y no haya sorpresas que los lleve al divorcio en menos de lo que esperaban.
– Lo primero es que tengan una forma de ser muy tranquila, para quien su familia y en este caso su esposa, esta antes que trabajo, dinero o diversión. Es de esos chicos que siempre velan por la seguridad de su pareja y sus hijos si vienen en camino. No es nada egoísta y siempre está pensando en grupo, las decisiones la consulta y la busca tener un espacio lleno de armonía y comunicación. Es un hombre precavido y así le toque sacrificarse, trata de tener dos o más empleos si puede para poder suplir las necesidades de los suyos.
– Otra de las cualidades que debe tener un esposo perfecto, es esa capacidad de ser fuerte ante las adversidades, no que sea insensible, pero sí que le de fuerza a sus esposas y familia a continuar y más teniendo en cuenta que las mujeres son mucho más frágiles y se demoran más en asimilar una situación. Es de esos hombres que obviamente se preocupa, pero sabe conservar la calma y pensar con cabeza fría. Es de ese tipo de caballero que además de ser esposo es un gran confidente.
– También es bueno que tengan un pensamiento positivo, agradable, que no critique o vea lo malo o lo feo en los demás o en las situaciones. Debe caracterizarse por ser honesto, fiel y sonriente, que siempre es justo y a pesar de ser amoroso, también es muy firme.
– Algo que llama la atención es que por lo general se caracteriza por ser de mente abierta y no cree que porque se casó, hizo de su mujer una prisionera o él se convirtió en uno. No es partidario de esos chistes que dicen que el matrimonio es una especie de suicidio en vida, de pérdida de libertad, de abandonar sus espacios o de creer que su esposa se volverá fea, gorda, amargada y manipuladora porque se casó y entonces es necesario empezar a buscar nuevas chicas que lo hagan sentir vivo. Si se casa, es porque está convencido que es lo que lo hace feliz y es esa chica con la que quiere pasar el resto de su vida. Aunque suene muy fantasioso, aun hay hombres que creen en este acto.