Siguiendo con nuestro repaso a las plantas que más solemos utilizar para adornar nuestros balcones, ventanas y jardines, hoy hablaremos de una muy llamativa: el hibisco. Es una planta perenne, muy fácil de cuidar. Además, resulta muy satisfactoria por sus grandes y atractivas flores de colores vistosos. Se trata de una de las plantas con las que más se ha experimentado para la obtención de híbridos, y por eso existe un surtido tan amplio de sus flores, tanto en tamaño como en color. De hecho, con la mezcla de unas con otras se han conseguido algunas especies que podemos considerar como verdaderas obras de arte.
Como hemos dicho, su cuidado no comporta ninguna dificultad, siempre que sea en una zona adecuada, ya que es una planta a la que le gusta el clima seco y caliente, así como el sol, no resistiendo muy bien el frío. Esto no quiere decir que no podamos cultivarla en un clima más frío, pero requerirá más cuidados.
Una de las características del hibisco es que su espectacular flor dura solamente un día, pero durante la época de la floración salen los capullos abundantemente, y lo normal es que nos salga una flor por día.
Las flores son de una gran belleza, con unos largos estambres que sobresalen de la corola. En una maceta adecuada puede alcanzar hasta los 2 metros de altura, mientras que si la plantamos en tierra incluso puede ser que alcance los 5 metros.
La temperatura ideal para el hibisco es de entre 14º y 18º en invierno. En verano, a pesar de que es una planta que aguanta muy bien el calor, si éste es exagerado puede ser que no saque flores. En invierno, en el caso de que bajen mucho las temperaturas podemos entrar la planta en casa.
Hemos de procurar colocarla en un lugar donde haya mucha luz, pero evitaremos que le dé el sol directamente, y no debemos olvidar podarla, preferiblemente a finales de febrero o principios de marzo.
En lo que se refiere al riego, en invierno necesita muy poco ya que de hecho está hibernando, siendo suficiente con una vez por semana. Sin embargo, en verano es una planta que necesita mucho riego, y deberemos regarla dos veces por día.