Una elección correcta de las texturas y de los colores te ayudará a ganar un mayor atractivo y belleza, sea cual sea tu edad.
Veinte años. Belleza en estado puro
Con esta edad la piel se encuentra en el mejor momento y apenas necesita de ningún artificio ya que está jugosa y fresca, por lo que se debe optar siempre por la naturalidad. Para cuidarla se puede aplicar una hidratante que sea ligera y después un BB cream en un tono lo más parecido posible al color de la piel natural. Un colorete de tonos rosas alegrará la expresión más todavía.
Para los ojos, bastará dar un par de capas de máscara de pestañas para el día a día. Para ocasiones especiales, se puede realizar un perfilado ligero sobre el párpado superior así como un toque en el lagrimal que dará mayor iluminación.
Para los labios bastará con aplicar una capa de gloss si se apuesta por la naturalidad, pero si se desea dar una vivacidad mayor al rostro se puede optar por una barra de labio llamativa y luminosa como el fucsia o el rojo fresa.
Treinta años. Sofisticación
La clave de la piel está en optar por limpiarla a diario para garantizar una perfecta renovación cutánea. La hidratante debe seguir siendo ligera aunque con filtro solar. A la hora del maquillaje, se debe optar por una base fluida para igualar el tono y aumentar la luminosidad. Un toque con colorete de tono coral hará ganar viveza y frescura.
Los ojos se deben perfilar con eyeliner o con lápiz para darles mayor expresividad. Se puede alargar la línea para dar un efecto más dramático. Los labios deben maquillarse discretamente en un tono coral o rosa claro si se prefiere destacar los ojos.
Cuarenta años. Luminosidad
A esta edad la piel comienza a perder luz y las primeras arrugas hacen su aparición por lo que se debe utilizar una crema de día que tenga filtro solar y una de noche que sea nutritiva. Probablemente se necesitará un contorno de ojos para la prevención de las patas de gallo. El maquillaje será fluido y que cubra las imperfecciones. El colorete se debe extender encima del pómulo y el iluminador aplicarse bajo la ceja, sobre el párpado y alrededor de los labios.
Los ojos pueden perfilarse con un tono marrón en el párpado superior y aplicar un tono más oscuro justo al ras de las pestañas y otro algo más claro por debajo de las cejas. Para pintar los labios se deben elegir barras que tengan una textura muy hidratante y cremosa y en tonos claros pero a la vez luminosos, como por ejemplo el rojo claro o el rosa. Y es que los brillos así como los tonos que son demasiado intensos acentúan esos pequeños defectos que puedan existir alrededor de la boca y marcan más las pequeñas arrugas.